Científicos de varios centros británicos han desarrollado un péptido (RI-AG03) que inhibe simultáneamente las dos secuencias peptídicas de la proteína Tau en las que se inicia su agregación, rasgo histopatológico característico de diversas enfermedades neurodegenerativas, incluyendo el Alzheimer. Tras constatar que RI-AG03 penetra en las células sin causar citotoxicidad, los ...
Científicos de varios centros británicos han desarrollado un péptido (RI-AG03) que inhibe simultáneamente las dos secuencias peptídicas de la proteína Tau en las que se inicia su agregación, rasgo histopatológico característico de diversas enfermedades neurodegenerativas, incluyendo el Alzheimer. Tras constatar que RI-AG03 penetra en las células sin causar citotoxicidad, los investigadores examinaron el impacto del péptido en un modelo animal de tauopatía, en el que lograron rescatar las alteraciones histológicas, con una asociada prolongación de la longevidad de entre el 27 y el 35%, dependiendo de la dosis utilizada.
Este último efecto se encontró ausente en animales normales, lo que confirmaría la especificidad de acción sobre la patología Tau. Amritpal Mudher, científico de la Universidad de Southampton y codirector del estudio, afirma que mientras que en los animales sin tratamiento las formas fibrilares y oligoméricas de Tau fueron evidentes, en los tratados estas estructuras se encontraron casi ausentes, lo que es consistente con las observaciones realizadas en modelos in vitro.
En efecto, prosigue Mudher, la proporción de fibrillas y oligómeros se redujo un 73% a las 6 semanas de la terapia, coincidiendo con la mejora en la longevidad. De estos y otros hallazgos previos del mismo equipo se desprende que la toxicidad de los agregados Tau es dependiente de la existencia de láminas beta en esta proteína, estructuras altamente amiloidogénicas. En contraste, los oligómeros Tau grandes desprovistos de estas láminas parecen exhibir un efecto protector, como ocurre con los formados en presencia de RI-AG03, concluye el investigador.