Científicos de diversos centros chinos han establecido que la combinación formada por el agente anti-PD-L1 benmelstobart y anlotinib representa una potencial opción terapéutica, en pacientes con cáncer de pulmón no microcítico en estadios IIIB–IV y mutaciones en el EGFR, en los que los inhibidores de primera, segunda y tercera generación ...
Científicos de diversos centros chinos han establecido que la combinación formada por el agente anti-PD-L1 benmelstobart y anlotinib representa una potencial opción terapéutica, en pacientes con cáncer de pulmón no microcítico en estadios IIIB–IV y mutaciones en el EGFR, en los que los inhibidores de primera, segunda y tercera generación de las tirosín-quinasas han perdido eficacia. El tratamiento se asoció a unas medianas de supervivencia global y libre de progresión de 29 y 9 meses, respectivamente, con valores de este último parámetro algo inferiores en la subpoblación de pacientes sin la mutación T790M en el EGFR.
No obstante, la tasa global de control de la enfermedad alcanzó el 87%, con una mediana de duración de la respuesta de casi 20 meses. Meiqi Shi, investigadora de la Universidad Médica de Nanjing y directora del estudio, afirma que en la fase de escalación de dosis no fue alcanzada la máxima tolerada, registrándose efectos adversos de grado 3 en tan sólo dos pacientes. Sin embargo, en la fase II del ensayo casi la totalidad de los pacientes experimentaron toxicidades de cualquier grado, siendo las más frecuentes la hipertensión, el síndrome de manos y pies y la proteinuria.
La científica prosigue indicando que en algunos estudios previos en pacientes con tumores de pulmón avanzados la adición de inmunoterapia a la quimioterapia, o bien no proporcionó beneficios significativos, o bien resultó en efectos adversos serios. Ello hace necesario identificar nuevos regímenes de tratamiento, como el ahora evaluado, concluye Shi.