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Pacientes oncológicos sufren de piel seca y sensible como problemas dermatológicos más comunes

Pierre Fabre Academy ha formado en dermocosmética oncológica a 100 voluntarias de la Fundación Stanpa para promover el uso de fotoprotector solar (FPS 50+) durante todo el año en mujeres con cáncer.

11/11/2024

Sequedad cutánea y piel sensibilizada son los principales problemas dermocosméticos que padecen las pacientes con cáncer debido a los tratamientos oncológicos a los que se someten, tal y como señala María Muñoz, portavoz de la Fundación Stanpa, con motivo del curso `Onco-educación y protocolo dermocosmético en el paciente oncológico´, llevado ...

Sequedad cutánea y piel sensibilizada son los principales problemas dermocosméticos que padecen las pacientes con cáncer debido a los tratamientos oncológicos a los que se someten, tal y como señala María Muñoz, portavoz de la Fundación Stanpa, con motivo del curso `Onco-educación y protocolo dermocosmético en el paciente oncológico´, llevado a cabo por los laboratorios Pierre Fabre, a través del departamento de formación de Pierre Fabre Academy, y por el que se van a formar a cerca de 100 voluntarias de la organización.

"Cuando la piel está sensibilizada por los tratamientos oncológicos es esencial ayudar a reducir y aliviar los efectos secundarios causados por los tratamientos y orientar a los pacientes para mejorar su calidad de vida a través de un correcto cuidado diario de la piel", comenta Isabel Carbonell, Training & Advice Director de los laboratorios Pierre Fabre.

Y es que, tal y como puntualiza Muñoz, la mayoría de personas que sufren una enfermedad oncológica experimentan sequedad cutánea desde el comienzo del tratamiento oncológico, tanto en la piel del rostro como en el resto del cuerpo, la cual en ocasiones va acompañada de picores y de malestar provocado por la tirantez. Además, suelen tener la piel sensibilizada por lo que es necesario que usen productos cosméticos adecuados y usen fotoprotector solar de máximo índice de protección (FPS 50 ò FPS 50+) durante todo el año.

"El hecho de estar recibiendo un tratamiento oncológico no implica que el/la paciente tenga la piel enferma. Por tanto, puede aplicarse sobre la piel cualquier producto cosmético adecuado para este tipo de pieles secas y sensibles", asegura la portavoz de la Fundación Stanpa, si bien avisa de que "no es recomendable comenzar a usar productos que contengan ingredientes que pudieran irritarla como los derivados de la vitamina A (retinol, retinal, etc), tampoco los que contengan altas concentraciones de vitamina C ni ingredientes de acción despigmentante".  

Por ello, y con el fin de mejorar la formación de las personas que, voluntariamente en la Fundación Stanpa, ayudan a las pacientes con cáncer, los laboratorios Pierre Fabre han puesto en marcha este curso especializado en dermocosmética oncológica, el cual se puede seguir tanto de forma presencial como online. 

Tres módulos para protocolizar la recomendación dermocosmética

La formación se divide en tres módulos de 45 minutos cada uno y tiene como principal objetivo protocolizar la recomendación dermocosmética en los diferentes efectos secundarios derivados de las terapias onco-médicas. En concreto, en el primer módulo se informa sobre el proyecto Skin&Cancer, impulsado por los laboratorios Pierre Fabre; el termalismo científico en pacientes oncológicos; y la guía de cuidados dermocosméticos para piel seca, tricodina y caída capilar. Unos contenidos que pretenden enseñar a las voluntarias a acompañar al paciente en tratamiento oncológico con productos dermocosméticos seguros, eficaces y capaces de reducir y aliviar los principales efectos adversos cutáneos. 

En el segundo módulo se informa y forma sobre la necesidad de fotoprotegerse de manera concreta antes, durante y después de los tratamientos oncológicos, y se dará a conocer la importancia del impacto del maquillaje dermatológico corrector sobre la calidad de vida de los pacientes. Para ello, se abordan temas relacionados con la normativa sobre fotoprotección, la innovación en la formulación de los filtros solares, la necesidad de protegerse a diario frente a los rayos solares; la importancia de preservar el capital solar; y el papel del maquillaje dermatológico en el paciente con cáncer.

Finalmente, el contenido del tercer módulo sirve a las voluntarias para aprender a manejar las irritaciones más frecuentes, junto con el proceso de cicatrización de la piel, a través de un correcto protocolo dermocosmético, y ayudar a los pacientes a adoptar hábitos correctos.

"Esta formación ampliada va a permitir a las voluntarias tener criterio para identificar situaciones de alteración dermatológica que hacen necesaria la consulta médica. Como consecuencia, aconsejarán a la persona con piel alterada no aplicarse ningún producto cosmético que, por definición, sólo debe ser aplicado sobre piel sana", recalca Muñoz.

Las formaciones presenciales se han realizado el jueves 7 de noviembre en la sede de la Fundación Stanpa en Madrid, a cargo de Pilar Sánchez, y en Barcelona a cargo de Belén Carbó. El curso online se lleva a cabo el martes 12 de noviembre y es impartido por Susana Fernández.

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