Científicos de la Universidad de Osaka han generado linfocitos T y células natural killer portadoras de receptores quiméricos (CAR-T y CAR-NK, respectivamente) con actividad in vitro e in vivo frente al glioblastoma multiforme, uno de los tumores cerebrales más letales. Tanto los CAR-T como los CAR-NK son específicos del antígeno ...
Científicos de la Universidad de Osaka han generado linfocitos T y células natural killer portadoras de receptores quiméricos (CAR-T y CAR-NK, respectivamente) con actividad in vitro e in vivo frente al glioblastoma multiforme, uno de los tumores cerebrales más letales. Tanto los CAR-T como los CAR-NK son específicos del antígeno B7-H3, el cual es expresado a elevados niveles en hasta el 70% de estos tumores. En ratones portadores de glioblastomas de pacientes la inyección de intracerebral de cualquiera de las dos terapias redujo significativamente la carga tumoral y, en los tratados con CAR-T, prolongó la supervivencia de los animales, sin signos aparentes de toxicidad sistémica.
Así lo afirma Naoki Hosen, codirector del estudio, quien prosigue indicando que a pesar del potencial demostrado por las terapias CAR-T en numerosos estudios previos, su producción es costosa tanto en términos de tiempo como económicos. Adicionalmente, el uso de CAR-T se asocia a riesgos de efectos adversos graves, tales como neurotoxicidad, reacciones de las células infundidas frente a tejidos sanos y síndrome de liberación de citoquinas. En contraste, las células CAR-NK están desprovistas de estos riesgos, asegura el científico.
Esta última terapia ya había mostrado efectividad en estudios clínicos en cánceres hematológicos de células B y preclínicos en el glioblastoma, patología en la que han sido identificados al menos tres antígenos de interés, incluyendo el ahora evaluado. Hosen concluye señalando que se requieren investigaciones adicionales para comparar frente a frente la efectividad y seguridad de ambas terapias celulares en el glioblastoma.