El mieloma múltiple (MM) aún no tiene cura, sin embargo, los avances en su tratamiento han mejorado significativamente la calidad de vida y la supervivencia en esta patología. En este contexto, la identificación adecuada del paciente, el uso de herramientas sensibles para medir la ausencia de enfermedad, y mantenida a ...
El mieloma múltiple (MM) aún no tiene cura, sin embargo, los avances en su tratamiento han mejorado significativamente la calidad de vida y la supervivencia en esta patología. En este contexto, la identificación adecuada del paciente, el uso de herramientas sensibles para medir la ausencia de enfermedad, y mantenida a lo largo del tiempo, junto con la importancia de la innovación abren un nuevo horizonte hacia una posible solución en el MM. Así fue destacado durante la celebración del simposio La experiencia que te guía en el tratamiento del mieloma múltiple, patrocinado por Johnson & Johnson, en el marco del 66º Congreso de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH).
En el evento participaron los expertos Dra. Mª Victoria Mateos, coordinadora de la Unidad de Ensayos Clínicos del Servicio de Hematología del Hospital Universitario de Salamanca, y el Dr. Rafael Fonseca, Chief Officer de la Clínica Mayo en Arizona (EEUU), quienes expusieron a los asistentes su visión y experiencia sobre cómo se ha transformado el pronóstico y manejo terapéutico de mieloma múltiple.
A partir de la evolución que está experimentando el abordaje de esta patología, con el resultado de una notable mejoría, sobre todo, en cuanto a la prolongación de la supervivencia del paciente, esta experta a nivel mundial en MM centró el objetivo del tratamiento en lograr, principalmente, dos fines: erradicar las células tumorales y alcanzar la enfermedad mínima residual (EMR), convencida de que "tenemos todas las herramientas necesarias para poder buscar la curación en el mieloma".
Como detalló la Dra. Mateos, "contamos con técnicas de alta sensibilidad para la detección de la enfermedad mínima residual, tenemos herramientas para poder identificar a los pacientes con características de buen pronóstico, que podemos curar, y que son la mayoría de afectados con mieloma de nuevo diagnóstico". Por otro lado, y como algo también de suma importancia, según destacó, "tenemos innovación terapéutica que se ha ido introduciendo a lo largo de los últimos años".
En concreto, se han sucedido diferentes aprobaciones terapéuticas para pacientes con mieloma en recaída, y para aquellos de nuevo diagnóstico. Recientemente, según mencionó, se aprobó por la Comisión Europea el uso de daratumumab en combinación con bortezomib, lenalidomida y dexametasona (D-VRd) en pacientes con mieloma múltiple candidatos a trasplante autólogo de células madre.
"La innovación continúa siendo un ejemplo de ello, la aprobación de teclistamab, aprobado y financiado en nuestro país desde el pasado mes de mayo de 2024, como el primer anticuerpo monoclonal biespecífico frente a BCMA (B-cell maturation antigen)", según indicó la Dra. Mateos. Asimismo, como informó, la Comisión interministerial de precios, ha dado luz verde, recientemente, a la financiación de talquetamab. "Es un complemento perfecto para poder secuenciar todas estas terapias que redireccionan los linfocitos T para el tratamiento de nuestros pacientes con mieloma", tal como explicó dicha experta.
Manejo del paciente mayor con MM
Tras este repaso al arsenal terapéutico con el que los hematólogos cuentan, actualmente, para mejorar el tratamiento de las personas afectadas por mieloma múltiple, intervino del Dr. Rafael Fonseca, también experto en el área, quien puso el acento en la importancia de estas innovaciones para avanzar significativamente en los pronósticos y en la calidad de vida de los pacientes mayores, no candidatos a trasplante autólogo de células madre (TAPH).
Aportó su punto de vista sobre el esquema adecuado de pautas terapéuticas en estos casos, destacando como idóneo el espectro de dicho paciente con daratumumab en combinación con lenalidomida y dexametasona (DRd).
Como recordó, en este sentido, "los pacientes no candidatos a TAPH constituyen un grupo muy heterogéneo tanto por su edad como por la presencia de comorbilidades". En todos los subgrupos de fragilidad, a los que se refirió, (por problemas con el tratamiento, oncológicos, multimorbilidad crónica y polifarmacia, o senescencia celular y orgánica o inflamación), el perfil de seguridad de DRd fue generalmente consistente "en relación al de la población general incluida en el estudio MAIA", según expuso el Dr. Fonseca. Además, agregó, "el esquema DRd permite la administración subcutánea mensual del fármaco a partir del 6º mes".
Con respecto a los pacientes con mieloma múltiple de nuevo diagnóstico (MMND) insistió en la importancia de que reciban el tratamiento más efectivo desde el inicio del diagnóstico. "Las altas tasas de abandono por parte de dichos pacientes empujan a la necesidad de utilizar regímenes de tratamiento adecuados en lugar de reservarlos para líneas posteriores", recalcó.
Pautas terapéuticas para MMRR
En otro momento de su exposición se refirió al manejo de pacientes con mieloma múltiple en recaída y refractario (MMRR), cuyo tratamiento supone, cada vez, un mayor reto, partiendo de la necesidad de nuevas inmunoterapias. En concreto, "aquellos que han recibido inhibidores de proteasa (IPs), inmunomoduladores (IMiDs) y anticuerpo anti-CD38 suelen tener mal pronóstico y limitadas opciones de tratamiento, con una baja probabilidad de respuesta al tratamiento posterior", señaló.
Ante este escenario, la introducción de teclistamab, primer anticuerpo biespecífico anti-BCMA autorizado para el tratamiento de pacientes adultos con MMRR triple expuestos, "ha venido a aportar resultados muy prometedores", en base a estudios realizados como MajesTEC1, al que se refirió el Dr. Fonseca, "como el estudio con mayor seguimiento para un anticuerpo biespecífico del mieloma múltiple".
El Dr. Fonseca se detuvo en el mecanismo de acción de este fármaco, detallando cómo se une a las células BCMA, altamente expresadas en la superficie de las células del mieloma múltiple. En un segundo paso, se une a CD3 en la superficie de la célula T. "Gracias a sus puntos de unión dobles, es capaz de atraer los linfocitos TCD3 a la proximidad de las células BCMA, lo que provoca la activación de los linfocitos T y desencadena la lisis y muerte de estas células BCMA", aseguró el Dr. Fonseca.
Además, otra cualidad destacada de este tratamiento, según este experto, es su rápida actuación, estimada "en torno a un mes, en la primera respuesta, y la mediana de tiempo hasta respuesta completa, en torno a cuatro-seis meses, sin duda, un buen promedio para un óptimo control de la enfermedad", indicó.
No cabe duda, como concluyó dicho experto, de que "es el momento de nuevos enfoques para el MM".