La identidad profesional juega un papel importante en la educación médica, la formación de la misma es un proceso complejo y dinámico influenciado por experiencias educativas, modelos a seguir o mentores, entorno de aprendizaje y tratamiento por parte de los individuos en el entorno de aprendizaje. Dicha identidad se adquiere a ...
La identidad profesional juega un papel importante en la educación médica, la formación de la misma es un proceso complejo y dinámico influenciado por experiencias educativas, modelos a seguir o mentores, entorno de aprendizaje y tratamiento por parte de los individuos en el entorno de aprendizaje. Dicha identidad se adquiere a través de la interacción con docentes, pacientes y otros profesionales del sistema sanitario.
Mientras las interacciones sociales positivas facilitan la internalización de los valores culturales profesionales médicos y guían a los estudiantes de medicina y a residentes a "pensar, actuar y sentir como médicos, en cambio, las malas experiencias, incluido el maltrato, pueden llevar a percepciones negativas de la profesión médica y presentar desafíos para la formación de su identidad profesional, con consecuencias negativas.
En este sentido, hay evidencia sobre la asociación dosis-respuesta entre el grado de maltrato y el riesgo de agotamiento en encuestas de estudiantes de medicina. En ello se ha querido ahondar por parte de investigadores de la Universidad de Pekin (China) a partir de un estudio realizado en 135 facultades de medicina entre 2019 y 2022 y cuyos resultados han sido publicados en ´JAMA Network Open´.
La encuesta reveló que 79.554 encuestados, o el 84,5 por ciento, sufrieron al menos un incidente de maltrato. De ellos, el 40,9 por ciento (38.482) informaron haber sufrido maltrato alguna vez, el 28,6 por ciento (26.905) informaron haberlo sufrido con una frecuencia moderada y el 15,0 por ciento (14.167), con una frecuencia alta.
Respecto a las respuestas más llamativas, los encuestados se refirieron al propiciado por pacientes, con 67,439 encuestados, o 71.6 por ciento del total. Además, 46,082 (48.9 por ciento) informaron haber sido insultados intencionalmente, 35,926 (38.2 por ciento) informaron haber sido tratados injustamente de otras maneras y 24,348 (25.9 por ciento) informaron haber sido humillados públicamente.
Aquellos que informaron haber sufrido malos tratos obtuvieron puntuaciones más bajas en identidad ocupacional que los que no lo sufrieron. Cuando se evaluó la identidad profesional de los aspirantes a médicos utilizando la Escala de identidad profesional de Macleod-Clark (MCPIS), se observó una fuerte asociación negativa entre el nivel de maltrato y las puntuaciones de identidad profesional de los encuestados.
En conclusión, durante esta etapa crítica de la formación de la identidad profesional, las experiencias de maltrato a los futuros médicos pueden afectar negativamente a su desarrollo profesional como médicos y en sus relacione posteriores con los pacientes. Los autores del trabajo defienden la necesidad de esfuerzos institucionales para mejorar las experiencias de aprendizaje de los aspirantes a especialistas y apoyar el desarrollo de su identidad.