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Calculan que el riesgo de ECV podría adelantarse hasta dos décadas en personas con síndrome cardiovascular-renal-metabólico

A través de perfiles de riesgo y simulaciones por edades, los investigadores buscan aclarar cómo el síndrome cardiovascular-riñón-metabólico (CKM) podría acelerar el riesgo cardiovascular de manera precoz. De ahí,  la importancia de una evaluación temprana y específica para reducir el impacto de dicho síndrome y prevenir complicaciones en poblaciones vulnerables.

13/11/2024

Las personas con enfermedad renal crónica o diabetes tipo 2 podrían tener un riesgo elevado de enfermedad cardiovascular (ECV) entre 8 y 28 años antes que una persona sana, según un estudio preliminar que parte del objetivo de comprender mejor los efectos del síndrome (CKM) en el riesgo de ECV, ...

Las personas con enfermedad renal crónica o diabetes tipo 2 podrían tener un riesgo elevado de enfermedad cardiovascular (ECV) entre 8 y 28 años antes que una persona sana, según un estudio preliminar que parte del objetivo de comprender mejor los efectos del síndrome (CKM) en el riesgo de ECV, y cuya presentación está incluida en las Sesiones Científicas de la Asociación Estadounidense del Corazón (AHA) que comienzan en Chicago a partir de este sábado.

Las pautas actuales sobre la prevención de la ECV definen el riesgo como elevado si la probabilidad de sufrir un ataque cardíaco o un derrame cerebral en los próximos 10 años es del 7,5 % o más. La enfermedad renal crónica y la diabetes tipo 2 aumentan el riesgo y son dos de los cuatro componentes del síndrome cardiovascular-riñón-metabólico (CKM) que la (AHA) define como la interacción de la enfermedad cardiovascular, la enfermedad renal y los trastornos metabólicos diabetes tipo 2 y obesidad.

Los investigadores crearon perfiles de riesgo para simular a hombres y mujeres con y sin enfermedad renal crónica y/o diabetes tipo 2 en cada edad desde los 30 a los 79 años. Utilizaron la calculadora de predicción de riesgo de enfermedad cardiovascular EVENTs (PREVENT™) para determinar a qué edad una persona podría comenzar a tener riesgo elevado de ECV.

"Nuestros hallazgos ayudan a interpretar la combinación de factores de riesgo que conducirán a un riesgo alto previsto de ECV y a qué edad tienen un impacto en el riesgo", según la autora principal del estudio Vaishnavi Krishnan,  investigadora de la Universidad Northwestern en Chicago (EEUU). "Por ejemplo, si alguien tiene niveles elevados de presión arterial, glucosa y/o función renal deteriorada, pero aún no tiene hipertensión ni diabetes ni enfermedad renal crónica, es posible que no se reconozca su riesgo. Comprender cómo interactúa la edad con los niveles de factores de riesgo es importante para optimizar la salud de la CKM", agregó.

Riesgo según el perfil

Sin el síndrome de CKM, la edad esperada para alcanzar un riesgo elevado de ECV era de 68 años para las mujeres y de 63 años para los hombres. Sin embargo, con los componentes de CKM añadidos al perfil simulado del paciente, se predijo que el mismo nivel de riesgo se produciría a una edad mucho más temprana.

Así, en el caso de los adultos con enfermedad renal crónica en etapa 3, el riesgo previsto de ECV a 10 años era más elevado a los 60 años en el caso de las mujeres y a los 55 en el caso de los hombres. Esto es 8 años más joven que lo esperado para hombres y mujeres sin síndrome de CKM.

En el caso de los adultos con diabetes tipo 2, el riesgo previsto de ECV a 10 años era más elevado a los 59 años en el caso de las mujeres y a los 52 años en el de los hombres. Esto supone 9 años menos en el caso de las mujeres y 11 años menos en el de los hombres en comparación con los que no presentaban el síndrome de CKM.

En el caso de los adultos que tenían diabetes tipo 2 y enfermedad renal crónica en etapa 3, el riesgo previsto de ECV a 10 años era más alto a los 42 años en el caso de las mujeres y a los 35 años en el caso de los hombres. Esto supone 26 años menos en el caso de las mujeres y 28 años menos en el caso de los hombres en comparación con aquellos que no presentaban el síndrome de CKM.

"Este es un primer paso en el proceso de comprensión de cómo funciona un modelo de riesgo", afirmó la Dra. Sadiya S. Khan, coautora del estudio, profesora Magerstadt de Epidemiología Cardiovascular en la Facultad de Medicina de Northwestern en Chicago, y presidenta del grupo de redacción de las ecuaciones PREVENT. "Se necesitan más investigaciones y directrices para determinar cómo utilizar las ecuaciones PREVENT y qué umbrales de riesgo se deben utilizar en un entorno clínico", concluyó.

 

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