La enfermedad de Parkinson (EP) es conocido por sus síntomas motores característicos: temblor, rigidez y lentitud de movimientos. Entre ellos, el temblor en reposo (cuando los músculos están relajados) es uno de los más reconocibles pero menos comprendidos. "El temblor es un síntoma común y a menudo debilitante para los pacientes ...
La enfermedad de Parkinson (EP) es conocido por sus síntomas motores característicos: temblor, rigidez y lentitud de movimientos. Entre ellos, el temblor en reposo (cuando los músculos están relajados) es uno de los más reconocibles pero menos comprendidos. "El temblor es un síntoma común y a menudo debilitante para los pacientes con EP, pero siempre ha sido algo enigmático", indica el prof. Marcelo Mendonça, uno de los autores principales de un estudio dirigido por el Laboratorio de Disfunción de Circuitos Neuronales en colaboración con los Laboratorios de Neuropsiquiatría y Radiofarmacología, de la Fundación Champalimaud (Portugal).
"Paradójicamente, descubrimos que los pacientes que presentan temblor tienen más dopamina almacenada en el núcleo caudado, una parte del cerebro importante para la planificación del movimiento y la cognición", agregó dicho experto. "Esto desafía nuestra comprensión tradicional de cómo la pérdida de dopamina se relaciona con los síntomas de la EP".
La pérdida de dopamina en regiones cerebrales como el putamen, asociada con la regulación del movimiento, es un rasgo distintivo bien establecido de la EP. Sin embargo, mientras que algunos pacientes experimentan un alivio significativo del temblor con terapias de reemplazo de dopamina como L-DOPA, otros ven poca o ninguna mejora, o incluso un empeoramiento de los síntomas.
Utilizando datos de pacientes del Centro Clínico Champalimaud y bases de datos públicas, los investigadores analizaron información de más de 500 pacientes. Este conjunto de datos variado incluía evaluaciones clínicas, DaTSCAN para visualizar neuronas dopaminérgicas y sensores de movimiento portátiles que miden con precisión la gravedad del temblor.
"Los sensores de movimiento portátiles nos proporcionaron una medición más clara y objetiva del temblor", según el coautor principal, Pedro Ferreira. "A primera vista, los pacientes con y sin pérdida de dopamina en el núcleo caudado pueden parecer similares. Sin embargo, los sensores revelan diferencias sutiles en las oscilaciones del temblor que las escalas de calificación clínica tradicionales podrían pasar por alto, y son relativamente fáciles de usar, lo que nos permite conectar de manera confiable los síntomas con lo que está sucediendo en el cerebro".
Hallazgos sorprentes
"Al combinar los datos de imagen con las mediciones de estos sensores, observamos una clara relación entre las terminaciones nerviosas dopaminérgicas en el núcleo caudado y la gravedad global del temblor en reposo", continúa Ferreira. "Nuestro análisis sugiere que cuanto mayor es la actividad dopaminérgica conservada en el núcleo caudado, más fuerte es el temblor".
Publicado en ´Parkinson´s Disease´, se trata del primer estudio a gran escala que muestra claramente un vínculo entre los niveles de dopamina mejor conservados en el caudado y la presencia de temblor en reposo. Aunque los pacientes con temblor en reposo han perdido terminaciones nerviosas liberadoras de dopamina en el caudado, según estos investigadores, "tienen más de estas terminaciones nerviosas preservadas en comparación con los pacientes sin temblor".
Uno de los hallazgos más intrigantes del estudio fue que cuanto más dopamina se conservaba en el núcleo caudado de un lado del cerebro (cada hemisferio tiene su propio núcleo caudado), más temblor había en el mismo lado del cuerpo. "Esto fue bastante inesperado", indicó, por su parte, Alves da Silva, jefe del Laboratorio de Disfunción de Circuitos Neuronales.
En cualquier caso, los autores de este trabajo consideran difícil establecer una relación causal entre la conservación de la dopamina en el núcleo caudado y el temblor en reposo en humanos, por lo que "nos gustaría probar esto en modelos animales, donde podemos manipular células específicas y observar los efectos sobre el temblor. Asimismo, sería de interés utilizar técnicas de imagen avanzadas, como tomografías por emisión de positrones (PET) de dopamina de alta resolución y resonancias magnéticas, para identificar nodos clave en el sistema de dopamina y vincularlos a síntomas motores específicos. Este enfoque podría ayudarnos a comprender mejor por qué los síntomas de la EP difieren de un paciente a otro", concluyó el prof. da Silva.