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Adolescentes que roncan más de tres veces por semana pueden tener mayor riesgo de problemas de conducta

Aquellos adolescentes que suelen roncar hasta tres veces o más por semana podrían estar en riesgo de tener de problemas de conducta, como falta de atención en clase, dificultades sociales con las amistades o para expresar adecuadamente sus pensamientos y emociones, según recientes investigaciones  que apuntan a posibles medidas médicas para ayudar a controlar este trastorno en dicho grupo poblacional.

22/11/2024

Los ronquidos frecuentes en menores pueden estar asociados a problemas de salud, como un bajo rendimiento escolar, problemas de conducta y una menor calidad de vida. Si bien las asociaciones clínicas abogan por un tratamiento proactivo de los trastornos respiratorios del sueño, la falta de datos disponibles en este grupo ...

Los ronquidos frecuentes en menores pueden estar asociados a problemas de salud, como un bajo rendimiento escolar, problemas de conducta y una menor calidad de vida. Si bien las asociaciones clínicas abogan por un tratamiento proactivo de los trastornos respiratorios del sueño, la falta de datos disponibles en este grupo poblacional plantea ciertos desafíos.

En este terreno, investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland (UMSOM) (EEUU) han llevado a cabo el estudio más amplio realizado hasta la fecha sobre el seguimiento de los ronquidos en niños desde la escuela primaria hasta la mitad de la adolescencia. Sus resultados, publicados en ´JAMA Network Open´ pueden ser una fuente científica de interés para decidir qué medidas médicas tomar para ayudar a controlar los ronquidos de los menores.

Para realizar el estudio, los investigadores analizaron los datos de ronquidos informados por los padres y los resultados de pruebas cognitivas y de comportamiento de casi 12.000 niños inscritos en el estudio nacional de Desarrollo Cognitivo del Cerebro del Adolescente (ABCD). Los niños se inscribieron en el estudio a los 9-10 años y tuvieron visitas anuales hasta los 15 años para evaluar su frecuencia de ronquidos, habilidades cognitivas y problemas de comportamiento.

Los investigadores descubrieron que los adolescentes que roncan tres o más veces por semana tenían más probabilidades de tener problemas de conducta, como falta de atención en clase, dificultades sociales con las amistades o para expresar adecuadamente sus pensamientos y emociones. Sin embargo, estos adolescentes que roncaban no mostraban ninguna diferencia en sus habilidades de lectura y lenguaje, ni ninguna diferencia en las pruebas de memoria o procesamiento cognitivo en comparación con sus compañeros que no roncaban. Los investigadores también descubrieron que las tasas de ronquidos disminuyeron a medida que los niños crecían, incluso sin ningún tratamiento. 

Consulta clínica

"La adolescencia es un período en el que la resiliencia del cerebro resiste estímulos adversos, lo que podría explicar por qué estamos viendo la preservación de la cognición a la luz de los ronquidos habituales", explicó el Dr. Amal Isaiah, jefe de Otorrinolaringología Pediátrica en UMSOM y profesor del Instituto de Informática de la Salud, además de coautor del estudio, "Si un niño tiene problemas de conducta, puede ser el momento de consultar a un pediatra sobre un estudio del sueño, tal vez incluso antes de una evaluación para el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH)".

Los investigadores examinaron más de un millón de puntos de datos, evaluando el impacto de la respiración alterada durante el sueño en los cerebros en desarrollo de los niños hasta la adolescencia. "Con las novedosas herramientas computacionales y de inteligencia artificial ahora disponibles en el Instituto de Computación de Salud de la UM, los cálculos que antes llevaban meses ahora se pueden completar en cuestión de días", indicó el Dr. Mark T. Gladwin, profesor distinguido John Z. y Akiko K. Bowers, decano de UMSOM, y vicepresidente de Asuntos Médicos en la Universidad de Maryland, Baltimore. 

El equipo de investigación planea utilizar aún más las capacidades de IA del Instituto de Computación en Salud de la UM para procesar conjuntos de datos más grandes y examinar la relación causal entre los ronquidos y los resultados cerebrales. "Esperamos que estos hallazgos diferencien aún más los efectos cognitivos de los ronquidos para mejorar nuestros enfoques de tratamiento", concluyó el Dr. Isaiah.

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