Personas mayores de 60 años, niños antes de los 5 años de edad y pacientes con determinadas patologías crónicas e inmunodeprimidos tienen más riesgo de padecer neumonía, por lo que los expertos que tratan y estudian esta enfermedad insisten en la necesidad de transmitir recomendaciones a la población sobre la ...
Personas mayores de 60 años, niños antes de los 5 años de edad y pacientes con determinadas patologías crónicas e inmunodeprimidos tienen más riesgo de padecer neumonía, por lo que los expertos que tratan y estudian esta enfermedad insisten en la necesidad de transmitir recomendaciones a la población sobre la gravedad de esta patología y acerca de las medidas de prevención disponibles.
Esta es una de las conclusiones del Foro de Sociedades Científicas, iniciativa avalada por la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) y la Universitat de Barcelona y que cuenta con el apoyo de Pfizer. Con motivo del Día Mundial de la Neumonía, este encuentro ha reunido en Barcelona a especialistas de hospital y de otros ámbitos para debatir sobre el panorama actual de la neumonía, una infección de las vías respiratorias inferiores que, hoy día, es la cuarta causa de muerte en el mundo y que causa elevada mortalidad y morbilidad tanto en niños como en adultos.
"La neumonía puede afectar de forma más severa a los adultos mayores porque a medida que se envejece las defensas naturales se alteran (inmunosenescencia) y también a personas con patologías cardiovasculares, EPOC, diabetes, insuficiencia renal crónica o pacientes inmunodeprimidos. Sin lugar a dudas, debemos advertir a la población y también a los profesionales de la salud de las consecuencias a corto y largo plazo de la neumonía", ha afirmado el Dr. Antoni Torres, profesor emérito de la Universitat de Barcelona, miembro de CIBERES y SEPAR y jefe del grupo IDIBAPS, que ha participado en esta jornada celebrada en la Universitat de Barcelona.
En cuanto a las medidas disponibles para la prevención de la neumonía, el Dr. Antoni Torres destaca que se centran en mejorar todas las comorbilidades que pueda presentar el paciente, dejar de fumar, no consumir alcohol, evitar el contacto con personas que estén enfermas, debido a que la transmisión muchas veces es por aerosoles, tener actividad física, una buena nutrición y tratar a los pacientes que tienen problema de disfagia, sobre todo en los casos de neumonías aspirativas, que se dan más en las personas a medida que se hacen mayores.
"Asimismo, uno de los aspectos más importantes para protegernos frente a la neumonía es la vacunación y es importante señalar que en estos momentos podemos vacunar frente a cuatro patógenos respiratorios: la gripe, el COVID, la enfermedad neumocócica (neumococo) y el virus respiratorio sincitial", ha reconocido el experto, añadiendo, por último, que las sociedades científicas deben ser más proactivas en hacer recomendaciones a la población para la prevención de la neumonía que incluyan la vacunación.
"La prevención de la neumonía debe ser un tema fundamental y tiene que ser tarea de todas las sociedades. No podemos dejar la prevención en manos de unos cuantos especialistas", ha argumentado el Dr. Antoni Torres durante la jornada.
Aumentar las coberturas vacunales
Por su parte, otro de los expertos participantes en el Foro de Sociedades Científicas con motivo del Día Mundial de la Neumonía, el Dr. Antoni Trilla, jefe del Servicio de Medicina Preventiva y Epidemiología del Hospital Clínic de Barcelona y profesor investigador del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), ha señalado que algunos tipos de neumonía como la neumonía neumocócica, la neumonía por el virus de la gripe y la neumonía asociada a la COVID-19, se pueden prevenir mediante la vacunación, especialmente las formas graves y sus complicaciones.
"Sin embargo, la tasa de vacunación de gripe en adultos es baja, excepto en los grupos de más edad y riesgo, la tasa de vacunación o refuerzo frente a la COVID es algo más baja que la de la gripe en los mismos grupos de riesgo y la tasa de vacunación frente al neumococo en adultos es muy baja, y además contrasta con la elevada tasa de vacunación en niños", comenta el Dr. Trilla, quien afirma que dado que existe un problema de comunicación e indicación de la vacunación frente a estas tres enfermedades y las tasas de vacunación son bajas, "conviene revisar las campañas informativas y buscar estrategias para que la población reciba la información adecuada, por el canal y profesional indicado, para que se pueda considerar la opción de vacunarse como la mejor para prevenir las consecuencias de estas infecciones".
Niños y adolescentes, también protegidos frente al neumococo
En otra de las mesas de debate de la sesión sobre prevención de infecciones por bacterias, el Dr. Valentí Pineda, pediatra en el Hospital Universitari Parc Taulí de Sabadell y miembro de la Societat Catalana de Pediatría, ha recalcado la importancia de que todos los niños y adolescentes estén vacunados frente al neumococo, y también frente al meningococo, con las vacunas actualmente disponibles.
"Frente a neumococo ya disponemos de nuevas vacunas neumocócicas conjugadas (VCN) de valencia ampliada, es decir vacunas que contienen un mayor número de serotipos que la VCN13 que se administraba hasta ahora y que protegen mejor frente a la enfermedad neumocócica en general y frente a la neumonía neumocócica en particular. Un ejemplo de estas vacunas es la VCN20 valente, que se puede administrar tanto a niños en el calendario sistemático de la primera infancia, a los 2-4-6 y 12-15 meses de edad, como a pacientes de riesgo y adultos sanos de 65 o más años de edad", ha indicado.
"Frente a meningococo se vacuna actualmente de forma sistemática a los lactantes de 4 meses de edad con la vacuna meningocócica C, a los 12 meses y a los 12 años de edad con la vacuna meningocócica ACWY. Por otro lado, se vacuna con la vacuna meningocócica B a los niños de 2-4 y 12 meses de edad. Además, para obtener una protección más amplia en la población pediátrica y adolescente, se podría administrar la vacuna antimeningocócica conjugada tetravalente (MenACWY) en lugar de la vacuna frente a la meningitis C a los 4 meses de edad, pues algunas Comunidades Autónomas ya lo están haciendo", según ha asegurado.
Antivirales para el tratamiento de la infección por COVID
En último lugar, el Dr. Roger Paredes, jefe de sección del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Germans Trias i Pujol, ha expuesto su punto de vista acerca del uso de antivirales en el panorama actual de la COVID, reconociendo que los antivirales disponibles para tratar la infección no se están utilizando suficientemente según las guías.
En este sentido, el especialista ha argumentado que es importante recurrir a estos antivirales disponibles porque sigue habiendo personas con un alto riesgo de contraer COVID grave y existe un exceso de mortalidad y hospitalizaciones que se podrían evitar con el uso de antivirales. "Resulta conveniente que poblaciones de riesgo como ancianos o inmunodeprimidos estén prevenidas para que el diagnóstico de COVID pueda obtenerse pronto y se pueda administrar el antiviral en los primeros 5 días de la infección", ha explicado.
Y para que esto ocurra, el Dr. Paredes apuesta por un mayor acceso a test de diagnóstico rápido, reforzar la formación de los profesionales sanitarios que atienden a estos grupos de riesgo vulnerables y que la medicación esté realmente accesible. "Aparte de lo anterior, hay que recordar que la efectividad de la vacunas se va perdiendo con el tiempo y que los antivirales no sustituyen a las vacunas", ha concluido el jefe de sección del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Germans Trias i Pujol durante su intervención en el Foro de Sociedades Científicas celebrado en el marco del Día Mundial de la Neumonía.