La resistencia a la insulina podría resultar un factor de riesgo significativo y modificable para la estenosis aórtica (EA), según un reciente estudio publicado en 'Annals of Medicine'. "El nuevo hallazgo destaca que la resistencia a la insulina puede ser un factor de riesgo significativo y modificable para la EA", constata la ...
La resistencia a la insulina podría resultar un factor de riesgo significativo y modificable para la estenosis aórtica (EA), según un reciente estudio publicado en 'Annals of Medicine'. "El nuevo hallazgo destaca que la resistencia a la insulina puede ser un factor de riesgo significativo y modificable para la EA", constata la autora principal, la Dra. Johanna Kuusisto, del Hospital Universitario de Kuopio (Finlandia). Estos resultados serían los primeros en resaltar este factor de riesgo previamente no reconocido en el contexto de la EA.
La estenosis aórtica es una enfermedad cardíaca debilitante que provoca el estrechamiento de la válvula aórtica, lo que restringe el flujo sanguíneo que sale del corazón. Entre los factores de riesgo identificados para la EA se incluyen la edad, el sexo masculino, la hipertensión arterial, el tabaquismo y la diabetes.
Para el estudio, los investigadores analizaron datos de 10.144 hombres finlandeses de entre 45 y 73 años, todos ellos inicialmente libres de EA, que participaron en el estudio sobre el síndrome metabólico en hombres (METSIM). Al comienzo del trabajo, los investigadores midieron varios biomarcadores, incluidos los relacionados con la hiperinsulinemia y/o la resistencia a la insulina. Después de un período de seguimiento promedio de 10,8 años, 116 hombres (1,1 %) fueron diagnosticados con EA.
Identificación de biomarcadores
El equipo identificó varios biomarcadores relacionados con la resistencia a la insulina (como la insulina en ayunas, la insulina a los 30 y 120 minutos, la proinsulina y el péptido C sérico) que se asociaron con un mayor riesgo de EA. Estos biomarcadores siguieron siendo predictores significativos de EA, incluso después de ajustar otros factores de riesgo conocidos, como el índice de masa corporal (IMC) y la presión arterial alta, o de excluir a los participantes con diabetes o una malformación de la válvula aórtica.
Posteriormente, los investigadores utilizaron técnicas estadísticas avanzadas para aislar perfiles de biomarcadores clave, identificando dos patrones distintos que indican que la resistencia a la insulina es un predictor de EA, independientemente de otros factores de riesgo cardiovascular, como la edad, la presión arterial, la diabetes y la obesidad.
Se espera que al demostrar este vínculo entre la EA y la resistencia a la insulina se puedan abrir nuevas vías para la prevención de la enfermedad. "Como la resistencia a la insulina es común en las poblaciones occidentales, controlar la salud metabólica podría servir como un nuevo enfoque para reducir el riesgo de la estenosis aórtica y mejorar la salud cardiovascular en las poblaciones que envejecen", concluyó la Dra. Johanna Kuusisto.