La vitreorretinopatía proliferativa (VRP) es una complicación que puede aparecer posteriormente al desprendimiento de retina. Se produce cuando las células proliferan en la cavidad vítrea. Se trata de tejido cicatricial que se forma dentro del ojo, comúnmente después de un traumatismo ocular, que puede contraerse y desprender la retina. Esta respuesta ...
La vitreorretinopatía proliferativa (VRP) es una complicación que puede aparecer posteriormente al desprendimiento de retina. Se produce cuando las células proliferan en la cavidad vítrea. Se trata de tejido cicatricial que se forma dentro del ojo, comúnmente después de un traumatismo ocular, que puede contraerse y desprender la retina. Esta respuesta patológica del tejido cicatricial, más que la lesión ocular en sí, es lo que puede provocar ceguera.
De momento, la cirugía es la única opción de tratamiento, sin embargo, investigadores del centro internacional Mass Eye and Ear, miembro del Mass General Brigham y de la Facultad de Medicina de Harvard (EEUU) han considerado que el ojo puede representar un modelo ideal para el desarrollo terapéutico de ARNm, terapias basadas en ARN mensajero, una parte esencial de cada célula del organismo, consideradas como una alternativa terapéutica prometedora. Las células copian el código de los genes en fragmentos de ARN y estos ARN actúan como mensajeros que transportan los códigos genéticos a los ribosomas, que los utilizan para crear proteínas. Las proteínas, a su vez, forman la estructura de la célula y la ayudan a llevar a cabo sus funciones. También pueden activar o desactivar otros genes.
"Nos sorprendió gratamente que pudiéramos usar este enfoque incluso dentro del ojo sin causar una inflamación excesiva", indicó el coautor correspondiente del estudio, Dr. Leo A. Kim, titular de la Cátedra de Oftalmología Monte J. Wallace en Retina en Massachusetts Eye and Ear.
En el novedoso estudio, publicado en 'Science Translational Medicine' el equipo de investigación utilizó modelos preclínicos, basados en células y tejidos de vitreorretinopatía proliferativa y crecimiento anormal de vasos sanguíneos para demostrar que las terapias basadas en ARNm se pueden usar de forma segura en esta zona del organismo.
Los investigadores desarrollaron y estudiaron la eficacia de varios ARNm que codifican proteínas relacionadas con la formación de tejido cicatricial para ver cuál podría ser útil como terapia. Para desarrollar un tratamiento adecuado para la VRP, los investigadores se centraron en una proteína llamada RUNX1 que regula la expresión de un gen que convierte las células oculares en tejido cicatricial. Los autores del trabajo ya sabían que RUNX1 estaba involucrada en dos procesos observados en varias enfermedades de la retina: la formación de vasos sanguíneos anormales, llamada angiogénesis aberrante, y tejido cicatricial, o fibrosis. En la VRP y otras enfermedades, el gen que regula RUNX1 se sobreexpresa en el ojo, lo que hace que crezca tejido cicatricial y vasos sanguíneos anormales. Los investigadores creyeron inicialmente que la mejor estrategia era atacar a RUNX1, pero las tecnologías actuales eran limitadas.
El ARNm se utiliza principalmente para aumentar la expresión de proteínas, mientras que el problema en la VRP era el exceso de RUNX1. Una idea clave para desarrollar esta nueva terapia experimental fue la creación de una molécula que atrapara a RUNX1 e inhibiera su función, una estrategia conocida como inhibidor dominante negativo en biología. Estas moléculas dominantes negativas son potentes y sus efectos no pueden ser compensados fácilmente por las células.
Se decidieron por un ARNm llamado RUNX1-Trap, que mantiene a RUNX1 en el citoplasma de una célula, impidiendo que entre al núcleo y active el gen que convierte las células en tejido cicatricial. Observaron que en células derivadas de pacientes en un cultivo de laboratorio, en un modelo animal y en tejidos de pacientes en el laboratorio, el tratamiento de las células con este ARNm ayudó a detener el desarrollo de tejido cicatricial y vasos sanguíneos anormales.
Los investigadores consideran que este estudio es una prueba de concepto que sugiere que el método del ARNm puede ser útil para la VRP y otras enfermedades oculares.
Los investigadores reconocen que la tecnología en sí puede tener algunas limitaciones, ya que el ARNm no permanece en la célula durante mucho tiempo para producir proteínas. Por lo tanto, hasta el momento, desconocen cuánto tiempo pueden durar los efectos de un tratamiento o si un paciente puede requerir múltiples dosis durante semanas o meses para que el tratamiento prevenga eficazmente la VRP.