Pasa por ser una de las enfermedades no transmisibles más frecuentes en el mundo, y también en España; sin embargo, formalmente y para las autoridades sanitarias, aún sigue siendo menospreciada, minimizada e infravalorada. Y no sólo eso: cuando hablamos de obesidad, se suele pensar en un único problema de exceso ...
Pasa por ser una de las enfermedades no transmisibles más frecuentes en el mundo, y también en España; sin embargo, formalmente y para las autoridades sanitarias, aún sigue siendo menospreciada, minimizada e infravalorada. Y no sólo eso: cuando hablamos de obesidad, se suele pensar en un único problema de exceso de peso pero, en realidad, nos enfrentamos a múltiples tipos de obesidad, a `obesidades'.
"Este término refleja un cambio en nuestra comprensión de esta enfermedad, reconociendo su complejidad, reflejada en su diferentes causas, manifestaciones y consecuencias: hablar de "obesidades" nos permite abordar el problema de forma más precisa y personalizada", afirma el Dr. Alberto Aliaga, coordinador del Servicio de Endocrinología y Nutrición en Quirónsalud Sagrado Corazón (Sevilla), quien considera que "esto nos permite alejarnos de soluciones generalistas y avanzar hacia tratamientos más personalizados y eficaces". Y es que, "así como no tratamos todas las infecciones con el mismo antibiótico, no deberíamos abordar la obesidad con un enfoque único".
Nuevas herramientas
En su participación en el XX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO), este experto compara la situación de la obesidad con la de otras enfermedades como la diabetes o las enfermedades cardiovasculares. Al igual que éstas, "nos enfrentamos a una enfermedad crónica, y su naturaleza va más allá de lo puramente metabólico: las obesidades son un reflejo de interacciones complejas entre factores genéticos, ambientales, sociales y culturales".
Por ello, para tratar de forma adecuada a la persona con obesidad resulta fundamental diagnosticarla y clasificarla correctamente. De ahí que el fenotipado sea esencial, ya que clasificar la obesidad de cada paciente ayuda a seleccionar tratamientos más eficaces, maximizando los resultados y mejorando la calidad de vida.
Se desgranan en este Congreso herramientas que facilitan el fenotipado de las obesidades en la práctica clínica, aunando el componente antropométrico y el clínico, y distinguiendo aspectos médicos, psicológicos y socioeconómicos. "Este enfoque permite a los profesionales identificar diferentes perfiles de pacientes, facilitando la selección de tratamientos más específicos y aumentando las probabilidades de éxito", asegura el Dr. Aliaga, que recalca la idea de que "hay tantos fenotipos como pacientes con obesidad existen. El paciente con obesidad es el resultado de la interacción de múltiples factores causantes y factores favoreceremos presentes a lo largo de su vida".
Ecografía del tejido adiposo, clave
Esto avala la utilidad clínica de la ecografía del tejido adiposo, "un método que puede realizarse en la propia visita, sin necesidad de ser derivado a otro especialista, no irradia, es mucho más económico que un TAC o una resonancia y, además, se puede repetir tantas veces como queramos, permitiendo valorar la evolución del paciente en el tiempo", destaca el Dr. Guillem Cuatrecasas, director de CP Endocrinología SLP (Barcelona). Pero, sobre todo, es el único método que aporta una imagen medible de cinco capas de grasa abdominal (subcutánea superficial y profunda, preperitoneal, omental o periaórtica y peri-renal), perfectamente separadas y cada una de ellas con diferentes funciones fisiológicas.
Esto es especialmente importante si se sabe, por ejemplo, que la grasa que rodea los riñones tiene impacto en la hipertensión arterial del paciente con obesidad, mientras que la grasa alrededor de la aorta abdominal tiene importantes repercusiones cardiovasculares. Por eso, como aclara este experto en Endocrinología y Nutrición, "la obesidad no es un problema de peso, sino de exceso de grasa corporal y, sobre todo, de dónde está acumulada esta grasa corporal".
Un exceso de grasa subcutánea (la que está debajo la piel) probablemente necesite soluciones más estéticas, mientras que la grasa más profunda (visceral) se beneficia más de tratamientos farmacológicos que, a su vez, reducen el riesgo cardiovascular. Para el Dr. Cuatrecasas, que llevará a cabo en este Congreso demostraciones in vivo de la determinación de grasa abdominal mediante ecografía, "disponer de una prueba de imagen medible que permita identificar diferentes tejidos adiposos es un paso totalmente transformador en e abordaje de la obesidad".
Un indispensable abordaje multidisciplinar
Ante esta realidad, se considera clave adoptar un enfoque multidisciplinar y coordinado: tratar las obesidades requiere la colaboración de múltiples profesionales de la salud. Y esto, según la SEEDO, debe efectuarse en el seno de equipos con formación adecuada en el campo de la obesidad, experiencia e infraestructura adaptadas para el abordaje de esta enfermedad compleja.
"En el manejo de la obesidad, es fundamental la colaboración entre profesionales a diversos niveles (asistencial, investigación y docente), con el fin de mejorar y diseñar modelos y líneas de actuación para ofrecer la mejor atención a las personas que sufren obesidad, así como trabajar conjuntamente para cambiar el paradigma de la obesidad a nivel de sistema de salud y de la comunidad", declara la Dra. Andreea Ciudin, de la Junta Directiva de SEEDO y co-chair del Obesity Management Working Group de la EASO.
La SEEDO ha diseñado un programa de acreditación de las unidades de obesidad que cumplen los criterios necesarios para ofrecer un abordaje de calidad a las personas que sufren obesidad. Uno de los requisitos es disponer de un equipo multidisciplinar, formado al menos por especialistas en endocrinología, psicología, nutrición, cirugía de la obesidad, formado en el campo de la obesidad, con suficiente experiencia para ofrecer un abordaje de calidad, además de disponer de espacios y material adaptado para la evaluación clínica y el manejo de las personas con obesidad (ej: basculas y sillas adaptadas, etc).
SEEDO y EASO, de la mano
Actualmente, la SEEDO tiene 21 unidades acreditadas a nivel nacional. En el año 2023, se realizó la primera reunión nacional de las unidades acreditadas SEEDO para fomentar la creación de la red a nivel nacional. Tal y como admite la Dra. Ciudin, que es jefa de la Unidad de Tratamiento Integral de la Obesidad del Hospital Vall d'Hebron (Barcelona), "una línea de futuro que se plantea la SEEDO es incorporar un sistema de acreditación en el manejo de la obesidad para los profesionales de salud del ámbito de Atención Primaria y fomentar la colaboración bidireccional con las unidades especializadas".
La SEEDO está afiliada a la European Association for the Study of Obesity (EASO), siendo uno de los miembros más activos y destacados a nivel europeo. Representa un modelo a nivel internacional por las actividades realizadas y el número de unidades acreditadas como centros de abordaje multidisciplinar de la obesidad. La EASO ofrece un sistema similar de acreditación para las unidades multidisciplinares, conocido como COM (collaborating center for obesity management): 15 centros de España tienen ya el sello de acreditación EASO-COM; y, en total, hay actualmente 190 EASO-COMs en toda Europa.
La estrecha relación entre SEEDO y EASO, alineados en los planes de abordaje de la obesidad, ha llevado organizar la segunda reunión de las unidades SEEDO, este año de forma conjunta con la reunión anual internacional de las EASO-COMs. Se realiza en el marco del Congreso Nacional SEEDO, que se celebra estos días en Santiago de Compostela. "Representa una gran oportunidad para presentar el modelo SEEDO, y sentar las bases de futuras colaboraciones para homogeneizar el abordaje de la obesidad, durante todas las etapas de la vida y centrado en la persona que sufre la enfermedad", concluye la Dra. Ciudin.