La infección por VIH sigue afectando a la salud y el bienestar de casi 2,6 millones de personas en la Región Europea de la OMS, en particular en la parte oriental. Bajo dicho escenario, la Región Europea de la OMS se ha comprometido a alcanzar el objetivo mundial de poner ...
La infección por VIH sigue afectando a la salud y el bienestar de casi 2,6 millones de personas en la Región Europea de la OMS, en particular en la parte oriental. Bajo dicho escenario, la Región Europea de la OMS se ha comprometido a alcanzar el objetivo mundial de poner fin al sida como amenaza para la salud pública para 2030, tal como recuerda con motivo del Día Mundial del Sida que se celebra el domingo 1 de diciembre que se celebra bajo el lema, "Sigamos el camino de los derechos".
Coincidiendo con la fecha, OMS/Europa ha difundido un nuevo informe titulado "Vigilancia del VIH/SIDA en Europa en 2024", en colaboración con el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés). En el informe se presentan los datos de vigilancia del VIH/SIDA correspondientes a 2023, que muestran una variación significativa de los patrones y tendencias epidémicos en toda la Región Europea de la OMS.
El informe saca a la luz el importante impacto del VIH en poblaciones específicas, en particular aquellas diagnosticadas en una etapa tardía y los inmigrantes, que representaron casi la mitad (48%) de todos los diagnósticos de VIH en la UE/EEE en 2023. Así, de los principales datos que ofrece cabe destacar que en toda la Región Europea de la OMS, incluidos los países de la UE y el EEE, más de la mitad (52% para toda la Región Europea de la OMS, 53% para la UE y el EEE) de los diagnósticos de VIH se realizan tardíamente, lo que conduce a una mayor morbilidad y a un mayor riesgo de muerte relacionada con el SIDA.
Como se especifica, en 2023, se notificaron 112 883 diagnósticos de VIH en 47 de los 53 países de la Región, incluidos 24 731 de los países de la Unión Europea/Espacio Económico Europeo (UE/EEE). Esto corresponde a una tasa bruta de 12,7 diagnósticos de VIH por cada 100 000 habitantes en la Región en general, un ligero aumento (2,4 %) en comparación con la tasa de 2022 (12,4 por cada 100 000 habitantes), pero aún así una disminución del 19,6 % en comparación con la tasa de 2019 (15,8 por cada 100 000 habitantes): el período anterior a la pandemia de enfermedad por coronavirus (COVID-19).
En total, 21 de 47 países informaron un aumento en los diagnósticos de VIH el pasado año en comparación con 2022. Varios países, incluidos Azerbaiyán, Finlandia, Islandia, Irlanda, Kazajstán, Lituania, Malta y Montenegro, registraron el mayor número de diagnósticos de VIH en un solo año durante la última década.
En los países de la UE/EEE, la tasa en 2023 fue de 5,3 por 100 000, lo que supone una disminución del 15,9% respecto de la tasa de 6,3 por 100 000 observada en 2014. Sin embargo, centrándose únicamente en los casos notificados recientemente y excluyendo los diagnósticos positivos anteriores, la tasa aumentó un 11,8% entre 2022 y 2023 (de 3,4 a 3,8 por 100 000 habitantes).
Al comparar el número de diagnósticos de VIH realizados con el número estimado de nuevas infecciones por VIH adquiridas durante el último decenio, los autores del informe destacan que cada vez hay más personas que contraen la infección por VIH que las que reciben un diagnóstico, lo que sugiere que hay un número creciente de personas que viven con el VIH sin diagnosticar en Europa. En la UE/EEE, la tendencia difiere de la de la Región en general, ya que se notifican ligeramente más diagnósticos que nuevas infecciones estimadas.
Factores del incremento de casos
El aumento de los diagnósticos de VIH en 2023 puede atribuirse a diversos factores en las distintas subregiones. En el este de la Región de Europa de la OMS, los países informaron de un repunte de las pruebas de detección de VIH y la detección de casos desde que remitió la pandemia de COVID-19, centrándose en aumentar la detección de casos e introducir nuevas políticas de pruebas para cerrar la brecha en las personas no diagnosticadas.
Mientras, en la UE/EEE y el oeste de la Región, el aumento se asocia, en principio, al aumento de los diagnósticos entre los migrantes, en particular los procedentes de países con alta prevalencia, y a la ampliación de los servicios de pruebas de VIH. Por el contrario, el número de diagnósticos de VIH en el centro de la Región disminuyó en 2023 en comparación con 2022, debido principalmente a una reducción de los diagnósticos positivos anteriores.
El director regional de la OMS para Europa, Dr. Hans Henri P. Kluge, destacó la importancia de dar prioridad a las personas: "los mayores obstáculos que aún persisten en la lucha contra el VIH/SIDA en nuestra región son los entornos restrictivos e intolerantes, el estigma, la discriminación e incluso la criminalización de la transmisión del VIH, así como la adopción inconsistente de intervenciones basadas en evidencias". A su juicio, es preciso "crear espacios seguros para que las personas accedan a los servicios de atención de salud, normalizar las pruebas y garantizar que las políticas sean compasivas, no punitivas. También debemos aumentar la financiación para la prevención, evitando en primer lugar que se produzcan nuevas infecciones por VIH y deteniendo la transmisión".
Por su parte, la directora del ECDC, Pamela Rendi-Wagner, expresó que "la UE/EEE ha avanzado mucho en la mejora del acceso a las pruebas y en la reducción del número de personas que viven con el VIH sin saberlo, pero todavía tenemos mucho trabajo por hacer. Dado que más de la mitad de los diagnósticos todavía se realizan de forma tardía, es fundamental que nos centremos en la participación de las poblaciones clave y de las personas más vulnerables, para asegurarnos de que puedan recibir un diagnóstico temprano y acceder a la prevención, el tratamiento y la atención que necesitan para vivir una vida larga y plena".
En definitiva, abordar los obstáculos a la atención del VIH, incluidos los relacionados con la residencia o la situación migratoria, es crucial para garantizar un acceso equitativo a los servicios, según se concluye.
Imagen : OMS 2024.