Se necesita una "vigilancia mucho más estricta" de las cepas mortales H5N1 y otras cepas de influenza aviar en animales domésticos y salvajes, en todo el mundo, a fin de evitar riesgos de pandemia derivados de variantes que podrían mutar e infectar a los humanos de manera más directa, según ...
Se necesita una "vigilancia mucho más estricta" de las cepas mortales H5N1 y otras cepas de influenza aviar en animales domésticos y salvajes, en todo el mundo, a fin de evitar riesgos de pandemia derivados de variantes que podrían mutar e infectar a los humanos de manera más directa, según se ha insistido desde la Organización Mundial de la Salud (OMS), a través de la responsable de la Unidad de Enfermedades Emergentes y Zoonosis de la OMS, Dra. Maria Van Kerkkove, en una reciente rueda de prensa.
La principal preocupación, en estos momentos, para la OMS, según su funcionaria, es la "epizootia masiva de influenza aviar, incluida la H5N1 no solo en aves silvestres, en aves de corral, que se está extendiendo a otros animales, al ganado, al ganado lechero y a mamíferos terrestres y marinos, entre otros". "Y en los últimos años, esta expansión del virus H5N1 de la gripe aviar está poniendo a más personas en riesgo", agregó. De ahí, la necesidad, a nivel mundial, de una vigilancia mucho más consistente. "Necesitamos esfuerzos mucho mayores en términos de reducir el riesgo de infección entre animales, nuevas especies y humanos, en particular mediante pruebas y equipos de protección adecuados", según indicó la Dra. Van Kerkkove.
Protección para frenar el riesgo
Van Kerkhove también instó a una mayor protección para las personas con mayor riesgo: aquellas que trabajan con animales o los manipulan, "asegurándose de que tengan el equipo de protección personal adecuado, que lo usen de manera apropiada y correcta cuando manipulen animales infectados o incluso animales sospechosos de estar infectados.
Hasta ahora, según datos aportados por la OMS, se han reportado alrededor de 55 infecciones humanas en 2024, 52 en los Estados Unidos. Todos menos dos de los demás habían tenido "exposición conocida" a animales infectados. "Y hay investigaciones exhaustivas en curso que analizan la vía de exposición en los diferentes casos, para detectar cómo las personas se infectaron de hecho", según la representante de la Agencia de Salud mundial.