Científicos de diversos centros de investigación en Chile y los EE.UU. han demostrado que los miotubos portadores de la mutación que causa la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) segregan mediadores tóxicos para las neuronas motoras. Según se desprende de los experimentos realizados, la mutación proporciona a los miotubos unos rasgos fenotípicos ...
Científicos de diversos centros de investigación en Chile y los EE.UU. han demostrado que los miotubos portadores de la mutación que causa la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) segregan mediadores tóxicos para las neuronas motoras. Según se desprende de los experimentos realizados, la mutación proporciona a los miotubos unos rasgos fenotípicos y funcionales aberrantes, resultando en una menor propensión a diferenciarse y a una mayor frecuencia de contracción. Crucialmente, la exposición al medio condicionado procedente de cultivos de estos miotubos causó la muerte de neuronas motoras primarias, en un efecto específico, ya que no fue observado en interneuronas.
La neurotoxicidad del medio condicionado pudo ser confirmada en cultivos de neuronas medulares, en las que fue detectado un aumento de la producción de especies reactivas del oxígeno y del nitrógeno y de la activación de la quinasa c-Abl, asociada a la apoptosis, o muerte celular programada. Brigitte van Zundert, investigadora de la Universidad de Massachusetts y codirectora del estudio, afirma que la neurotoxicidad es mediada por moléculas pequeñas, de menos de 10 kilodalton, que actúan a nivel de axón, como se demostró en un sistema microfluídico en el que es posible diferenciar el impacto entre esta región celular y el soma, o cuerpo celular.
Estos experimentos también demostraron que el medio condicionado perturba la circulación de las mitocondrias a través del axón, especialmente el transporte anterógrado, asegura la científica. Van Zundert subraya que el actual estudio es el primero en demostrar toxicidad letal derivada de los miotubos mutantes sobre las neuronas motoras. La identificación de las moléculas mediadoras de este efecto podría contribuir al desarrollo de nuevas terapias parar tratar la enfermedad, concluye la científica.