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En desarrollo un nuevo radioinmunoconjugado en el mesotelioma peritoneal maligno

Su eficiente internalización y actividad antitumoral en modelos basados en tumores de pacientes le asignan potencial en la mejora de los desenlaces clínicos

03/12/2024

Investigadores de la biotecnológica Oncoinvent y de la Universidad de Oslo han diseñado un anticuerpo anti-CD146 conjugado con un isótopo de plomo que genera núcleos emisores de partículas alfa, con actividad frente a mesoteliomas humanos implantados en ratones y baja toxicidad sobre el tejido sano. Tras constatar que este radioinmunoconjugado ...

Investigadores de la biotecnológica Oncoinvent y de la Universidad de Oslo han diseñado un anticuerpo anti-CD146 conjugado con un isótopo de plomo que genera núcleos emisores de partículas alfa, con actividad frente a mesoteliomas humanos implantados en ratones y baja toxicidad sobre el tejido sano. Tras constatar que este radioinmunoconjugado (RIC) es internalizado eficientemente por las células tumorales in vitro, los científicos establecieron que, en tumores implantados en la cavidad peritoneal, la administración del RIC en la misma localización resulta en un incremento de entre el 23 y el 29% en la supervivencia de los animales, en comparación con los tratados con diversos anticuerpos control. Notablemente, la terapia careció de impacto sobre el peso corporal, lo que atestiguaría su buena tolerabilidad.

Kim Lindland, directora del estudio, afirma que el mesotelioma maligno es un tipo de cáncer de difícil tratamiento, incluso tras el advenimiento de los inhibidores de los puntos de control inmunológico. En contraste, la inyección intracavital de anticuerpos dirigidos al marcador tumoral CD146, provistos de isótopos de vida media corta, ofrece la posibilidad de combatir el tumor de manera localizada, sin apenas afectar los tejidos sanos. 

La investigadora prosigue indicando que el CD146 exhibe excelentes propiedades como diana terapéutica, ya que algunos de los anticuerpos potencialmente terapéuticos actualmente disponibles reconocen esta molécula en el tejido tumoral, pero no en las células endoteliales. A pesar de los esperanzadores resultados, serán necesarios estudios preclínicos de seguridad a corto y largo plazo, antes de iniciar el desarrollo clínico del RIC, concluye Lindland.

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