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Imparten un curso sobre el papel del dermatólogo en el diagnóstico temprano de los linfomas cutáneos

El II Curso de Linfomas Cutáneos `Lo que el dermatólogo debe saber' de la AEDV y su Fundación Piel Sana, llevado a cabo gracias al apoyo de Kyowa Kirin, ha manifestado la relevancia que tienen estos profesionales de salud en el diagnóstico precoz de la enfermedad. Además, los expertos indican que el tratamiento en las fases iniciales corresponde a los dermatólogos y en las avanzadas será necesario un equipo multidisciplinar donde también estén presentes estos especialistas.

04/12/2024

Los linfomas cutáneos son un grupo de linfomas poco frecuentes que se presentan en la piel y su diagnóstico suele suponer todo un reto clínico-patológico. Por este motivo, durante el 2º Curso de Linfomas Cutáneos `Lo que el dermatólogo debe saber', - llevado a cabo por la Academia Española de ...

Los linfomas cutáneos son un grupo de linfomas poco frecuentes que se presentan en la piel y su diagnóstico suele suponer todo un reto clínico-patológico. Por este motivo, durante el 2º Curso de Linfomas Cutáneos `Lo que el dermatólogo debe saber', - llevado a cabo por la Academia Española de Dermatología y Venerología (AEDV) y su Fundación Piel Sana, con el apoyo del Grupo Español de Linfomas Cutáneos de la AEDV y Kyowa Kirin - los expertos han insistido en que "los linfomas cutáneos son procesos linfoproliferativos que se manifiestan inicialmente en la piel, por lo que el papel del dermatólogo en el diagnóstico temprano es fundamental. En muchas ocasiones las lesiones en las etapas tempranas pueden confundirse con otras patologías y es muy importante que los médicos, especialmente los dermatólogos, conozcan bien esta patología para que puedan pensar en ella e incluirla en el diagnóstico diferencial".

"Asimismo, el tratamiento de las fases iniciales de los linfomas cutáneos consiste en terapias dirigidas a la piel que corresponden al dermatólogo y en las fases más avanzadas el trabajo multidisciplinar del dermatólogo, junto a hematología y oncoradioterapia, es esencial", comenta la Dra. Cristina Muniesa, del servicio de Dermatología en el Hospital de Viladecans y el Hospital Universitari de Bellvitge (Barcelona).

El curso tiene como objetivos conocer la clasificación, estadificación y el manejo terapéutico a través de una base clara teórica y de casos clínicos interactivos impartidos por especialistas referentes en cada tema. Está dirigido a dermatólogos residentes de tercer o cuarto año y adjuntos interesados en este campo y en esta segunda edición ha obtenido, de nuevo, un gran éxito de asistencia con más de 90 clínicos.

Linfomas Cutáneos de Células T (LCCT)

Concretamente, el curso ha puesto el foco en el diagnóstico y el manejo de los linfomas cutáneos. Los linfomas cutáneos de células T (LCCT) son los más frecuentes y afectan a cerca de 240 personas por cada millón en Europa. La micosis fungoide es el subtipo más común y supone casi el 60% de todos los LCCT. Por otro lado, el síndrome de Sézary representa menos del 5%.

"La micosis fungoide en sus fases iniciales se manifiesta con manchas eritematosas discretamente descamativas que pueden simular otras entidades como eccemas, tiñas o psoriasis. Por este motivo, no es infrecuente el retraso en el diagnóstico, con una media de tres años. Es importante conocer bien esta patología y en el caso de lesiones de este tipo, persistentes en el tiempo, que no responden a los tratamientos habituales, realizar una biopsia cutánea", explica la Dra. Muniesa.

"El trabajo en equipo puede ayudar a hacer difusión de esta patología y contribuir a reducir este tiempo de retraso en el diagnóstico. En este sentido, cabe señalar que, en España contamos con un Registro Español de Linfomas Cutáneos (RELC) con la colaboración de la Unidad de Investigación de la AEDV y la elaboración de una guía multidisciplinar para el abordaje diagnóstico y terapéutico del paciente con linfoma cutáneo, realizada por el Grupo Español de Linfoma Cutáneo de la AEDV, junto con las sociedades españolas de Anatomía Patológica, Oncología Radioterapéutica y por el Grupo Español de Linfomas y Trasplantes de Médula Ósea (GELTAMO)", añade la experta.

"Afortunadamente, en los últimos años se ha avanzado mucho en el tratamiento de los linfomas cutáneos, especialmente en el campo de la inmunoterapia. Disponemos de anticuerpos monoclonales (antiCD30 -brentuximab- y antiCCR4 -mogamulizumab) que han demostrado ser eficaces y en general bien tolerados y seguros", concluye la Dra. Muniesa.

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