La iniciativa Pulseras Candela nació hace una década como una idea de dos niñas de Benicarló, Mariona y Daniela, para ayudar a su amiga Candela, quien fue diagnosticada con leucemia en 2013. Durante su tratamiento en el Hospital Sant Joan de Déu, una voluntaria enseñó a Candela a hacer pulseras, ...
La iniciativa Pulseras Candela nació hace una década como una idea de dos niñas de Benicarló, Mariona y Daniela, para ayudar a su amiga Candela, quien fue diagnosticada con leucemia en 2013. Durante su tratamiento en el Hospital Sant Joan de Déu, una voluntaria enseñó a Candela a hacer pulseras, y ella compartió la habilidad con sus amigas. Juntas decidieron crear los accesorios como símbolo de agradecimiento para quienes hicieran donativos a la investigación del cáncer infantil.
En palabras de Candela, la iniciativa comenzó de manera simple pero con una gran motivación. "Me encantó la idea de la voluntaria y cogí el hilo rápido, nunca mejor dicho. No paraba de hacer pulseras todo el día, y se las regalaba a quien pasaba por la habitación", indica. Este pequeño gesto se transformó en un proyecto que ha recaudado más de cuatro millones de euros mediante la venta de pulseras, un esfuerzo que ha involucrado a muchos niños y familias en la causa.
Todo comenzó en la planta 8ª de Oncohematología del Hospital, con la participación de familiares, amigos y pacientes. El éxito fue tan grande que pronto se desbordaron con las solicitudes, por lo que realizaron un vídeo llamando a la sociedad a unirse. Escuelas, residencias, asociaciones y comercios se sumaron a la causa, creando y distribuyendo pulseras. Diez años después, Pulseras Candela es una asociación con 500 voluntarios, que continúa trabajando en la recaudación de fondos, involucrando a diversas entidades y distribuyendo pulseras a cambio de donativos en eventos y puntos solidarios.
Daniela, amiga cercana de Candela, relata cómo este proyecto fue creciendo más allá del hospital. Sus padres las apoyaron, y el pueblo de Benicarló se unió al movimiento. "Se nos ocurrió que podíamos ayudar vendiendo pulseras y recaudando dinero para la lucha del cáncer infantil. Al principio, nadie nos tomó en serio, pero nuestros padres no nos frenaron porque la causa era muy positiva", explica. Gracias a esta determinación, el movimiento creció y se consolidó, transformándose en una organización que no solo recauda fondos, sino que también apoya emocionalmente a las familias afectadas.
Por otro lado, Nieves, madre de uno de los pacientes del grupo de niños de la 8ª planta de Oncohematología, apodado "Chipirones", recuerda que "las 'candelas' fueron un nexo de unión entre todos y la iniciativa nos ayudó a sentirnos útiles para recaudar unos fondos muy necesarios". La creación de la asociación Pulseras Candela fue un paso crucial para consolidar el proyecto, logrando recaudar más de un millón de euros para la investigación del cáncer infantil hasta 2017. Por otro lado, destaca cómo el movimiento ha impactado en diversos sectores de la sociedad, "fomentando valores como la empatía, la solidaridad, la resiliencia". La implicación de empresas, asociaciones y voluntarios ha permitido ampliar la red de apoyo y seguir luchando por la investigación y la sensibilización sobre el cáncer infantil.
Desde 2013, se han fabricado más de 1.200.000 pulseras, utilizando 2.200 km de hilo y 64 millones de nudos, distribuidas por toda España y Andorra. En diez años, se han recaudado más de 4.051.512 euros para la investigación del cáncer infantil. Este apoyo ha permitido a los investigadores de Sant Joan de Déu y otros centros, como el Hospital de la Vall d'Hebron y el IRB Barcelona, avanzar en estudios sobre diversos tumores del desarrollo.
Pulseras Candela impulsa proyectos de investigación
La asociación se ha convertido en uno de los principales financiadores de la investigación en el Hospital Sant Joan de Déu, contribuyendo con una media anual de 380.151 euros, que en 2023 ascendió a 430.000 euros. "Pulseras Candela está prácticamente presente en todos los proyectos de investigación sobre el cáncer que llevamos a cabo en el Hospital desde hace 10 años. Con sus aportaciones, ha contribuido a impulsar de manera importante la investigación del cáncer infantil y a llevar a cabo investigaciones sobre tumores del desarrollo muy diversos -sarcomas, neuroblastomas, tumores rabdoides, tumores cerebrales, osteosarcomas, leucemias...- que después han recibido becas competitivas importantes", asegura Gloria García, responsable de la Unidad de Captación de Fondos del Hospital Sant Joan de Déu Barcelona.
Los fondos donados por la asociación se han destinado a equipar el nuevo laboratorio del SJD Pediatric Cancer Center Barcelona (PCCB) y a financiar diversos proyectos de investigación en oncología. Estos incluyen el programa de oncología de precisión, que utiliza estudios moleculares y análisis de ADN para mejorar el diagnóstico y tratamiento de los tumores pediátricos. Desde 2022, parte de este programa se ha integrado en el proyecto SEHOP-PENCIL, apoyado por el Instituto de Salud Carlos III, con el objetivo de garantizar que todos los niños y adolescentes con cáncer en España tengan acceso a medicina de precisión.
Otra de las contribuciones clave de Pulseras Candela ha sido la creación de una línea de investigación sobre los tumores rabdoides, que son extremadamente agresivos. Este proyecto, cofinanciado junto con la familia de Blanca, una niña afectada por esta enfermedad, ha sido liderado por la Dra. Alexandra Avgustinova. En 2022, este trabajo recibió una Starting Grant del Consejo Europeo de Investigación, con una financiación de 1,5 millones de euros. Pulseras Candela ha apoyado la investigación en leucemia linfoblástica aguda y en el desarrollo de un tratamiento de inmunoterapia CAR-T, que actualmente se encuentra en fase 2 de ensayo clínico.
Además de la leucemia, Pulseras Candela ha invertido en la investigación sobre el sarcoma de Ewing, un tipo de cáncer óseo infantil. Este apoyo ha permitido importantes avances, como el descubrimiento de un gen clave en el desarrollo del sarcoma, lo que abre nuevas vías para terapias innovadoras. También se ha creado el primer modelo animal de sarcoma de Ewing utilizando la mosca de la fruta, lo que ha generado un gran interés en la comunidad científica y ha atraído el apoyo de otras fundaciones.
La asociación también ha financiado la investigación sobre el retinoblastoma y el osteosarcoma. En particular, su contribución ha facilitado el estudio de un virus oncolítico para tratar retinoblastomas y ha impulsado una línea de investigación sobre las metástasis del osteosarcoma, con la esperanza de avanzar en el desarrollo de tratamientos más efectivos. Estos proyectos son solo algunos ejemplos de cómo Pulseras Candela, nacida como una iniciativa social de tres niñas, ha logrado financiar y promover avances significativos en la investigación del cáncer infantil, buscando tratamientos más eficaces y menos agresivos.
Emma Perrier, responsable de iniciativas solidarias en el Hospital Sant Joan de Déu, remarca que "el cáncer infantil no se investiga tanto como el de adultos, y dependemos de donaciones. Pulseras Candela ha ayudado a mejorar el nivel de investigación. En 2024 el laboratorio contaba con 25 profesionales, y actualmente son más de 50 personas repartidas en grupos".
Finalmente, Jaume Mora, director científico del SJD Pediatric Cancer Center Barcelona, hace hincapié en la responsabilidad compartida en la lucha contra el cáncer infantil. "Esto es un acto para celebrar que asumimos este reto juntos, ya que debemos avanzar nosotros mismos sin esperar que otros lo hagan. Es el reflejo de una sociedad madura", afirma. Asimismo, pone el foco en los avances logrados gracias a la iniciativa, que ha financiado proyectos clave en investigación como la oncología de precisión y la inmunoterapia. "La investigación es el futuro", concluye, destacando que estos avances han permitido que un 80% de los niños afectados se curen hoy en día.