El síndrome de fatiga crónica (SFC) debilitante afecta a unos 65 millones personas en todo el mundo. Debido a sus efectos, hay pacientes que arrastran la enfermedad durante décadas. Los síntomas incluyen una fatiga abrumadora que no mejora con el descanso, y también pueden incluir confusión mental, dolores corporales, dolores de ...
El síndrome de fatiga crónica (SFC) debilitante afecta a unos 65 millones personas en todo el mundo. Debido a sus efectos, hay pacientes que arrastran la enfermedad durante décadas. Los síntomas incluyen una fatiga abrumadora que no mejora con el descanso, y también pueden incluir confusión mental, dolores corporales, dolores de cabeza, dificultad para dormir y aumentos prolongados de los síntomas después de un esfuerzo físico o ejercicio leve. Se desconocen las causas y no existe tratamiento para la enfermedad.
Ahora, investigadores de la Universidad Cornell de Nueva York (EEUU) han demostrado que este síndrome perjudica a un tipo de célula inmune (célula T) que identifica y mata patógenos. En el caso del SFC, estas células están epigenéticamente predispuestas al agotamiento terminal.
"Se trata de un hallazgo importante porque ahora podemos examinar las células T con más cuidado y observar las células agotadas. A partir de ahí se obtienen pistas sobre a qué están respondiendo", indicó Andrew Grimson, profesor de biología molecular y genética.
"Las células inmunes de pacientes con SFC exhibieron niveles más altos de proteínas en su superficie que son características de las células que se han agotado, lo que puede ser causado por la exposición a largo plazo a una proteína del virus o por la estimulación continua del sistema inmunológico, un estado que también se encuentra en pacientes con cáncer", explicó Maureen Hanson, profesora de la cátedra Liberty Hyde Bailey del Departamento de Biología Molecular y Genética.
Ahora, lo que preocupa a los investigadores es entender qué es lo que empuja a estas células a este estado de agotamiento. El equipo también planea tomar células de pacientes y de controles, purificarlas y tratar a los pacientes con medicamentos que reviertan el agotamiento y ver si las células inmunes recuperan su función normal. Si el agotamiento de las células T CD8+ puede revertirse, la siguiente pregunta es si tal reversión realmente beneficia al paciente, ya que el agotamiento puede tener cualidades protectoras.
Otra futura línea de investigación prevista incluirá la distinción de los receptores de células T en las células agotadas de los pacientes, para tratar de encontrar qué moléculas reconocen esos receptores de células T y, a partir de esas pistas, pueden determinar si están involucrados patógenos específicos.