Las células madre mesenquimales (MSC) son reconocidas por sus capacidades inmunomoduladoras, su poder de dirigirse a tumores y servir como portadoras de agentes terapéuticos. Principalmente, se aíslan en la médula ósea, pero también pueden derivar de otros tejidos como el adiposo, la sangre del cordón umbilical, la placental el hueso o ...
Las células madre mesenquimales (MSC) son reconocidas por sus capacidades inmunomoduladoras, su poder de dirigirse a tumores y servir como portadoras de agentes terapéuticos. Principalmente, se aíslan en la médula ósea, pero también pueden derivar de otros tejidos como el adiposo, la sangre del cordón umbilical, la placental el hueso o el cartílago. Actúan como agentes reparadores naturales. En aplicaciones terapéuticas, su poder se deriva de su doble capacidad de autorrenovación y diferenciación. Esto les permite localizar tumores y, una vez allí, administrar tratamientos contra el cáncer directamente en la zona afectada. Sin embargo, actualmente, siguen existiendo muchos desafíos y limitaciones asociados con esta terapia.
Expertos de varios centros, entre ellos, del CureScience Institute , Sonata Therapeutics y el Pacific Neuroscience Institute y el Providence Saint John's Health Center (EEUU) han publicado en la revista 'Oncotarget' una revisión que explora el papel potencial de las células madre mesenquimales en el tratamiento del cáncer.
Dicha revisión conduce a afirmar a estos expertos que "con la investigación en curso y los avances tecnológicos, las MSC podrían convertirse en un componente clave de los tratamientos personalizados contra el cáncer, ofreciendo nuevas esperanzas para los pacientes de todo el mundo".
De hecho, resultados obtenidos en este terreno resultan prometedores y muestran que las células madre mesenquimales pueden administrar tratamientos de manera eficaz y reforzar la lucha del sistema inmunológico contra el cáncer.
Complejidades y eficacia
Sin embargo, otros ensayos también han revelado las complejidades del comportamiento de las células madre mesenquimales, incluida la variabilidad de sus efectos y el potencial de crear condiciones que favorezcan el crecimiento de tumores. "Esta variabilidad puede deberse a los efectos del microambiente inmune del tumor, donde las células inmunes son inhibidas por diversos factores, creando un ambiente propicio para el crecimiento del tumor", según los autores.
Asimismo, la eficacia terapéutica de las MSC puede verse influenciada por la fuente de las células, los métodos de aislamiento y cultivo, y las condiciones bajo las cuales se expanden. En definitiva, estos investigadores también señalan desafíos significativos, señalando que en ciertas condiciones, las MSC pueden promover involuntariamente el crecimiento del tumor, lo que destaca la necesidad de un diseño terapéutico cuidadoso.