Científicos de la Universidad de Copenhague han llevado a cabo un ensayo de fase II en pacientes jóvenes y adultos con diabetes de tipo 1, en el que demuestran que el tratamiento continuado con fenofibrato carece de efecto sobre los indicadores de la función de las células beta pancreáticas. Tras ...
Científicos de la Universidad de Copenhague han llevado a cabo un ensayo de fase II en pacientes jóvenes y adultos con diabetes de tipo 1, en el que demuestran que el tratamiento continuado con fenofibrato carece de efecto sobre los indicadores de la función de las células beta pancreáticas. Tras un periodo de 52 semanas con dosificación diaria, los niveles de péptido C en un test de tolerancia postprandial, así como el control glucémico y de la insulina, fueron similares a los del grupo placebo.
Adicionalmente, la proporción entre proinsulina y péptido C aumentó a la finalización de la terapia, parámetro indicador de estimulación continua de las células beta cuando éstas se encuentran sometidas a estrés. La potencial toxicidad del fenofibrato fue ulteriormente evaluada por los investigadores en experimentos in vitro, en los que el fármaco potenció la muerte celular en islotes pancreáticos humanos incubados con concentraciones elevadas de glucosa y de citoquinas proinflamatorias, tales como la interleucina-1 o el interferón-gamma.
Pernille Hostrup, directora del estudio, afirma que éste es el primero en evaluar el efecto del fenofibrato sobre la función de las células beta pancreáticas en individuos con diabetes de tipo 1 de reciente diagnóstico. Los hallazgos ponen de manifiesto la dificultad de trasladar a la práctica clínica los resultados obtenidos en modelos animales, en los que el fenofibrato había demostrado su capacidad de reducir el estrés celular en condiciones de hiperglucemia. En su conjunto, estos resultados arrojan dudas acerca de la aplicabilidad de este fármaco como agente protector de las células beta, concluye la científica.