El informe elaborado por el 'Joint Research Centre (JRC) de la Comisión Europea 'Demanda y oferta de personal sanitario en la UE27' parte del objetivo de investigar la futura demanda y oferta de fuerza laboral sanitaria en diferentes escenarios en los 27 Estados miembros de la UE. Así, una de las finalidades del documento ...
El informe elaborado por el 'Joint Research Centre (JRC) de la Comisión Europea 'Demanda y oferta de personal sanitario en la UE27' parte del objetivo de investigar la futura demanda y oferta de fuerza laboral sanitaria en diferentes escenarios en los 27 Estados miembros de la UE. Así, una de las finalidades del documento es la de ofrecer información sobre las tendencias futuras de la demanda de fuerza laboral sanitaria a partir de situaciones diferentes. Es por ello que abarca la evolución de personal sanitario que ingresa en mercado laboral, analizándose un período de 50 años desde 2021 hasta 2071. Además, se ha pretendido presentar escenarios demográficos a largo plazo para contribuir a la preparación de los sistemas sanitarios en la transición a una sociedad de la longevidad.
Para la elaboración del estudio se ha aplicado un modelo innovador (SANDEM, por sus siglas en inglés), que incluye las características demográficas de los médicos y enfermeros de la UE, así como aspectos que pueden influir en la demanda futura de atención sanitaria, tales como la carga de distintas enfermedades, pero también el envejecimiento saludable de la población de la UE.
Tal como se pone de manifiesto, planificar una fuerza laboral sanitaria que aborde de manera eficaz las necesidades de la población al tiempo que garantiza resultados óptimos y rentabilidad es una tarea compleja debido a los numerosos factores interconectados en juego.
Así, según se considera en el documento del JRC, el número de médicos y enfermeras recién contratados tendrá que aumentar en la UE en su conjunto, especialmente a corto plazo. Según las proyecciones que maneja, las necesidades de contratación más urgentes se concentrarán en los años de ahora a 2036, tanto para reemplazar jubilaciones a corto plazo como para satisfacer las necesidades de una población que envejece a largo plazo.
Por otra parte, de cara a 2071 se plantea dos escenarios para satisfacer la demanda de un escenario que proyecta la carga de morbilidad actual en una población envejecida, el número de médicos tendría que aumentar en un 30% y el número de enfermeras en un 33%, si la utilización de los servicios sanitarios y la carga de morbilidad se mantienen iguales que en 2021. Sin embargo, en caso de que la carga de ciertas enfermedades relacionadas con el envejecimiento fuera disminuyendo, la demanda de médicos y enfermeras en el futuro se reduciría significativamente, estimándose que en 2071 el número total de médicos y enfermeras necesarios para atender a la población de la UE sería respectivamente un 18% y un 16% menor que en 2021.
El envejecimiento, un marcador clave
Precisamente, un elemento clave sobre el que se apoya el informe es el envejecimiento de la población. En este sentido, se destaca el importante papel del envejecimiento saludable a la hora de reducir la carga de trabajo de los médicos y enfermeras y, al mismo tiempo, mejorar el bienestar de las personas en general.
Actualmente, la Unión Europea (UE) tiene una de las poblaciones más envejecidas del mundo: más del 20 % de sus ciudadanos tendrá 65 años o más en 2023. Se espera que esta proporción aumente en los próximos años y alcance casi el 30 % en 2050.
Bajo este escenario, los sistemas de salud en los países de la UE se enfrentan a los desafíos de los altos gastos en salud y una creciente demanda de servicios de atención sanitaria impulsada por el envejecimiento de la población.
Tal como se apunta en el nuevo informe, puede surgir un círculo virtuoso en el que, como en el pasado, los altos recursos sanitarios refuerzan el envejecimiento saludable e impiden una expansión significativa de la fuerza laboral sanitaria debido al envejecimiento de la población.
Sin embargo, los desafíos de los Estados miembros para financiar sistemas de salud cada vez más costosos para garantizar una cobertura sanitaria universal, la posible aproximación de un límite biológico para la reducción de la mortalidad y el desplazamiento de la carga de enfermedad en la población hacia enfermedades como las enfermedades neurodegenerativas vinculadas al envejecimiento, para las que aún existen posibilidades limitadas de curación. Los efectos combinados de estos factores pueden hacer que el progreso de un mejor estado de salud de la población mayor se estanque.
Además, el envejecimiento de la población probablemente requerirá una reorientación de la especialización del personal sanitario hacia las necesidades de los grupos de mayor edad para tipos específicos de tratamiento y para la atención de enfermedades crónicas y una transferencia de recursos de la hospitalización y la atención sanitaria a la atención a largo plazo.
Una de las sugerencias del informe es, por tanto, que, partiendo del alto nivel de especialización y habilidades alcanzado en las profesiones médicas, la mejora de la planificación de la fuerza laboral de salud puede representar la mejor inversión a largo plazo en eficiencia que los gobiernos nacionales pueden emprender para mantener un nivel avanzado de cobertura de salud en un escenario de crecientes restricciones presupuestarias.