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El tabaquismo contribuye a la patogénesis molecular en los síndromes mielodisplásicos y agrava la enfermedad

El tabaquismo perjudica considerablemente a pacientes con síndrome mielodisplásico, según se desprende de un reciente estudio realizado por hematólogos norteamericanos, en el que se constata, además, que es un factor a tener en cuenta en la progresión de la enfermedad y disminución de la supervivencia.

09/12/2024

El encuentro de la Sociedad Estadounidense de Hematología (ASH, por sus siglas en inglés) que se celebra estos días en la ciudad de San Diego (California) (EEUU) se ha convertido en un escenario único para conocer de primera mano avances relevantes en el campo de la hematología. Uno de ellos ...

El encuentro de la Sociedad Estadounidense de Hematología (ASH, por sus siglas en inglés) que se celebra estos días en la ciudad de San Diego (California) (EEUU) se ha convertido en un escenario único para conocer de primera mano avances relevantes en el campo de la hematología. Uno de ellos ha sido el presentado por la División de Hematología, en el Sylvester Comprehensive Cancer Center de la Universidad de Miami, sobre los efectos del tabaquismo en pacientes con síndrome mielodisplásico (SMD).

Los investigadores, dirigidos por la Dra. Sangeetha Venugopal, especialista del Departamento de Medicina, División de Hematología, en el Sylvester Comprehensive Cancer Center, evaluaron los efectos que el tabaquismo sobre las mutaciones patogénicas específicas del SMD, en particular las vías específicas.

Los autores del trabajo analizaron datos de 1.898 pacientes, de los cuales 919 eran no fumadores y 979 eran fumadores. En comparación con los pacientes no fumadores, los que sí consumían tabaco presentaban vías de mutaciones que incluían la modificación de la cromatina (15,3% frente al 10,9%; P = 0,001) y el empalme del ARN (25,5% frente al 18,6%; P < 0,001).

Los investigadores también identificaron la prevalencia de mutaciones individuales entre los pacientes fumadores y los no fumadores. Estas incluían respectivamente ASXL1 (12% frente a 8%; P < 0,01), SF3B1 (9% frente a 6%; P < 0,05), U2AF1 (6% frente a 3%; P < 0,05) y ZRSR2 (2% frente a 1%; P < 0,05). "Todas estas son mutaciones de muy alto riesgo en la patogénesis de los síndromes mielodisplásicos", explicó la Dra. Venugopal.

En cuanto al tabaquismo y la progresión de la enfermedad en el SMD, los autores del trabajo demostraron una curva dosis-respuesta relacionada con el tabaquismo. En comparación con los no fumadores, los fumadores en el percentil 75 y 90 de paquetes-año tenían 1,8 y 3,5 veces, respectivamente, el número de mutaciones. "Esto demuestra que cuanto más tiempo se fuma, mayor es la incidencia de progresión de la enfermedad", indicó la Dra. Venugopal.

La incidencia acumulada de progresión de la enfermedad a los 5 años fue significativamente mayor en los pacientes que fumaban en comparación con los que no lo hacían. En particular, la incidencia acumulada de progresión de la enfermedad a los 5 años fue del 27% (IC del 95%, 19%-36%) en los pacientes que fumaron durante al menos 20 años y del 18% (IC del 95%, 13%-24%) en aquellos con menos de 20 años de tabaquismo ( p < 0,05).

Los investigadores también analizaron la supervivencia general en pacientes con SMD y citopenia clonal de significado incierto (CCUS), que es un precursor del SMD, explicó Venugopal. La supervivencia general fue significativamente menor en pacientes con CCUS que fumaban en comparación con los que no fumaban (HR, 1,91; IC del 95 %, 1,03-3,55; P = 0,04).

"En conclusión, el tabaquismo acelera la progresión de la enfermedad y disminuye la supervivencia general en citocinas clonales de importancia indeterminada. Como médicos y hematólogos, podemos iniciar el asesoramiento  para dejar de fumar a pacientes a los que se les diagnostica por primera vez síndrome mielodisplásico", precisó la Dra. Venugopal.

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