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Racionalizar el gasto sanitario exige continuidad asistencial desde los hospitales de agudos

Pero no sólo una continuidad asistencial desde los hospitales de agudos. Racionalizar el gasto sanitario requiere un planteamiento de futuro que, sin embargo, choca con un número de camas de media y larga estancia que apenas se sitúa en las 12.000. Fallando además dicha continuidad también desde los cuidados intermedios a las residencias o los domicilios de los pacientes. 

12/12/2024

Así razonaba recientemente para esta cabecera Alberto Giménez, presidente de la Fundación Economía y Salud. No tanto porque el sistema asistencial esté en riesgo de colapso, sino porque arrastramos unas inercias que deben ser corregidas con urgencia ante los costes que representa el envejecimiento poblacional. Al que hay que oponer promoción de ...

Así razonaba recientemente para esta cabecera Alberto Giménez, presidente de la Fundación Economía y Salud. No tanto porque el sistema asistencial esté en riesgo de colapso, sino porque arrastramos unas inercias que deben ser corregidas con urgencia ante los costes que representa el envejecimiento poblacional. Al que hay que oponer promoción de la salud, prevención de la enfermedad y autorresponsabilidad de los ciudadanos hacia su propio bienestar saludable. Pero con el problema actual, como recordaba este año el índice SEIS de la Sociedad Española de Informática de la Salud, según el cual el 15% del gasto del sector público se va en ineficiencias, con buena parte de ese porcentaje perdido en sanidad. 

Sobre la fundación, Giménez recordó su constitución en 2012 desde la experiencia en el mundo de la sanidad aportada por el Grupo Casaverde, tras haber constatado que era necesario aportar un corpus de investigación basada en datos para avanzar en la gestión con eficiencia dentro del sistema. Por lo que desde su origen su razón de ser es de naturaleza social y económica.

Vínculó esa eficiencia deseada para el sistema de salud a la continuidad asistencial desde las fases iniciales de las enfermedades a las posteriores con el inicial descubrimiento de que faltan camas de neurorrehabilitación, por ejemplo. Una ineficiencia que se acentúa con los años, si no se ha trabajado por una buena recuperación de los pacientes tras superar sus procesos agudos. De forma que la fundación parte de los datos a escala micro para llegar a los análisis macro que permitan mejorar la asistencia con la ya aludida continuidad asistencial. 

De los logros de la FES en 2024, y como balance del año, Giménez destacó el éxito, y la propia satisfacción del equipo, por la primera edición del máster semipresencial de gestión avanzada del sistema sanitario en colaboración con la Universidad CEU San Pablo, con la finalidad de poner en senda de excelencia dicha gestión aportando más especialistas. Formación altamente especializada que la FES completa en su oferta de cursos de comunicación sanitaria que se imparten en los propios hospitales, imprescindibles tanto entre clínicos con sus pacientes como entre centros asistenciales y entre los propios profesionales sanitarios entre sí, en sentido vertical y horizontal para el bien supremo que son los resultados en salud con criterios de seguridad para el paciente. 

Intensa actividad formativa que se acompañó del primer ciclo con expertos organizado conjuntamente con la Fundación Ortega-Marañón, a través de tres encuentros destinados a compartir los avances en tres pilares básicos de la sanidad como son la gestión, la tecnología y la colaboración público privada. 

Sobre el Índice FES, presentado en el Senado el pasado mes de de junio y ajustado a 11 áreas y con inclusión de 106 medidas propuestas, Alberto apreció una evolución general aceptable sin exageración, con algo más de un seis, que suele ser más que el aprobado raspado, pero con suspensos en cuestiones importantes como las dificultades o faltas de conciliación, trabajo en equipo, incentivos, conocimiento de los resultados o carencia de alineación con ellos. Porque se va mucho a volumen de actividad cuando lo importante es su resultado, como afirmó.

Giménez mostró mucha ilusión también por la cátedra de estrategias globales europea que aplicará el mismo criterio del índice FES pero a escala internacional con datos de la UE, OCDE y otras fuentes. Desde un enfoque académico y de bechmarking que vaya más allá de imitar fórmulas de éxito para mejorar las dinámicas. Junto a la continuidad de todos los proyectos desarrollados este año como será la inclusión de cuatro regiones también en los informes del índice FES. 

Sobre el sistema actual de dependencia lamentó el presidente la longitud de las listas de espera fundamentalmente por falta de recursos y exceso de trámites burocráticos. Problemática de fondo a la que se suma la escasez de residencias de personas dependientes que exceden las capacidades de las residencias de mayores. Todo ello en un contexto regulatorio inadecuado que viene de falta de determinación política.

Mientras que, en relación con la atención a la discapacidad, que ha motivado un cambio denotativo en la Constitución Española, razonó que debe llevar a dotar de los medios necesarios para que las personas alcancen todas sus capacidades. 

Achacó el presidente la preponderancia de la atención a los pacientes agudos a ese marco normativo que entorpece una atención social más directa y sin agilizar los procedimientos de apertura de centros. Alejando el objetivo de poder trabajar en las fases post agudas donde la atención primaria debe ser fundamental para el seguimiento de los pacientes. Lo que requiere un cambio de visión para efectuar la reforma necesaria. Dado que se carece de recursos para asegurar la necesaria continuidad asistencial que permita reducir las reagudizaciones y consecuentes reingresos hospitalarios. 

Sobre la crisis desatada en las últimas semanas por no haber acuerdo entre la Administración central y las aseguradoras hasta ahora de MUFACE, Giménez dimensionó el grave riesgo que supone la vuelta al sector público de cerca de 1,5 millones de funcionarios que estaban mayoritariamente satisfechos con la atención recibida y sin que haya recursos públicos suficientes. De lo que el presidente de FES extrajo que es motivo de preocupación que los prejuicios de corte ideológico separen a los pacientes de aquello que les beneficia.

Un ejemplo de que no puede decir que este momento no es bueno para la colaboración público privada aunque sí aumenta la percepción de que se debe gestionar mejor y entrar por la vía de la comparación. Sin que esto suponga desgraciadamente una aproximación realista a una solución política a todos estos problemas. De forma que, en lo que atañe al sector social, se desoye lo establecido por el artículo 14 de la Ley de calidad y cohesión del sistema a efectos de coordinación, sin dar espacio a las sinergias entre las esferas sanitaria y social. Estando pendiente establecer cauces de coordinación para estratificar las poblaciones con calidad de vida. Para llegar a una mayor confianza entre los dos sistemas, deudores de tradiciones distintas. 

Finalmente, y sobre las posibilidades que ofrece la IA tanto al sector sanitario como al sector social, Giménez encontró que son enormes. Con un potencial todavía difícil de precisar hoy pero fácil de imaginar a la vista de las funcionalidades de los teléfonos móviles, impensables hace sólo década y media. De forma que la IA ayudará sin duda a mejores diagnósticos, tratamientos y servicios de atención domiciliaria, con respeto siempre a la intimidad de los pacientes.  

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