Un reciente estudio internacional, considerado uno de los más grandes hasta la fecha sobre aneurismas coronarios, ha arrojado evidencia crucial sobre esta rara y compleja enfermedad cardiovascular. Publicado en la revista JACC: Cardiovascular Interventions, el registro CAAR (Coronary Artery Aneurysm Registry) ha recopilado datos de más de 1.700 pacientes tratados ...
Un reciente estudio internacional, considerado uno de los más grandes hasta la fecha sobre aneurismas coronarios, ha arrojado evidencia crucial sobre esta rara y compleja enfermedad cardiovascular. Publicado en la revista JACC: Cardiovascular Interventions, el registro CAAR (Coronary Artery Aneurysm Registry) ha recopilado datos de más de 1.700 pacientes tratados en 33 hospitales de 9 países de América y Europa entre 2002 y 2022. La investigación, liderada por investigadores españoles, cuenta con el apoyo de la Fundación Interhospitalaria para la Investigación Cardiovascular (FIC).
Los aneurismas coronarios, definidos como dilataciones focales en las arterias coronarias, alteran el flujo sanguíneo hacia el corazón y pueden causar complicaciones graves. Según los datos del estudio, los pacientes presentan un 22% de mortalidad y una alta incidencia de eventos cardiovasculares adversos mayores (37%) tras un seguimiento de 45 meses. La mayoría de los afectados (78.6%) son hombres, con una edad promedio de 66 años y un perfil de riesgo cardiovascular significativo: el 72,1% tiene hipertensión, el 59,9% sufre dislipidemia, el 26,5% tiene diabetes mellitus y el 42,6% es fumador.
Un enfoque centrado en la prevención cardiovascular
"Vimos que los pacientes presentaban una enfermedad aterosclerótica agresiva, lo que apunta a la necesidad de trabajar en prevención cardiovascular", afirma el Dr. Iván Núñez-Gil, jefe del servicio de cardiología del Hospital de Torrejón (Madrid) e investigador principal del estudio. Asimismo, el cardiólogo destaca que las patologías inflamatorias subyacentes, como la enfermedad de Kawasaki, son muy poco frecuentes en esta población.
El estudio identifica varios predictores de peor pronóstico como la edad avanzada, la diabetes, la insuficiencia renal, la disfunción ventricular y la gravedad de la enfermedad coronaria obstructiva. Según Núñez-Gil, "estos predictores nos ayudan a identificar subgrupos de pacientes que podrían beneficiarse de una vigilancia más estrecha y posiblemente de objetivos terapéuticos más ambiciosos o estrictos".
El análisis del registro muestra que el 68,5% de los pacientes fueron tratados con algún tipo de revascularización, siendo la intervención coronaria percutánea la más común (50,7%). Además, el 65,6% de los pacientes fueron dados de alta con terapia dual antiplaquetaria. Un hallazgo relevante fue la baja incidencia de roturas espontáneas de aneurismas, un aspecto que cambia el foco hacia el manejo de los factores de riesgo y la prevención de complicaciones trombóticas.
"El abordaje de la enfermedad debe centrarse en estrategias de prevención secundaria, como el control estricto de factores de riesgo cardiovascular conocidos por todos", asegura Núñez-Gil. El investigador también apunta a la necesidad de estudiar el tratamiento antitrombótico más adecuado, sugiriendo que podría ser necesario prolongar la terapia antitrombótica estándar en ciertos casos.
El papel de la tecnología en la investigación internacional
Este estudio de enorme magnitud ha sido posible gracias a la colaboración de un gran número de centros internacionales de primer nivel, como la Mayo Clinic. "Cuando comenzamos el registro hace 20 años, el término aneurisma coronario ni siquiera se citaba en las guías de práctica clínica sobre enfermedad coronaria", explica Núñez-Gil. Según el cardiólogo, ésta fue una de las razones por la cual el proyecto despertó tanto interés.
El investigador también destaca la capacidad de "networking y sinergias entre equipos médicos muy alejados geográficamente entre sí" gracias al uso de las nuevas tecnologías. Esta facilidad para trabajar en red es fundamental "porque permite acumular la experiencia en enfermedades poco frecuentes como ésta", asegura Núñez-Gil.