Investigadores del Instituto de Cáncer Dana-Farber presentaron un estudio en el 47º Simposio Anual sobre Cáncer de Mama de San Antonio (EEUU), celebrado recientemente, sobre cómo la pérdida de peso en mujeres produjo mejoras significativas en los biomarcadores metabólicos e inflamatorios asociados con la recurrencia del cáncer de mama HER2 negativo. El ...
Investigadores del Instituto de Cáncer Dana-Farber presentaron un estudio en el 47º Simposio Anual sobre Cáncer de Mama de San Antonio (EEUU), celebrado recientemente, sobre cómo la pérdida de peso en mujeres produjo mejoras significativas en los biomarcadores metabólicos e inflamatorios asociados con la recurrencia del cáncer de mama HER2 negativo. El objetivo principal de dicho estudio fue determinar si la pérdida de peso, a través de unas pautas o programa, podría reducir el riesgo de recurrencia de este tipo de cáncer
El estudio BWEL, aleatorizado de fase 3, evalúa el impacto de una intervención de pérdida de peso basada en dieta y ejercicio sobre la supervivencia libre de enfermedad invasiva en 3.180 mujeres con cáncer de mama en estadio 2 y 3 HER2-negativo con un IMC de al menos 27 kg/m 2 .
En comparación con las pacientes asignadas a la educación sanitaria, aquéllas que participaron en la intervención de pérdida de peso experimentaron reducciones significativas en los niveles de insulina, leptina, resistencia a la insulina y proteína C reactiva después de 6 meses y dos años de seguimiento. Los pacientes fueron asignados aleatoriamente a una intervención de pérdida de peso de dos años más educación para la salud o a una educación para la salud solamente. El objetivo de ejercicio era 150 minutos de actividad física moderada o vigorosa por semana (AFMV).
Los primeros 541 pacientes incluidos en el ensayo BWEL se incluyeron en un subestudio que evaluaba la AFMV al inicio y a los 6 meses mediante la entrevista de recordatorio de actividad física de 7 días. Se compararon los cambios en la AFMV mínima/semana entre los grupos. El análisis se realizó con modelos de regresión univariables y multivariables (incluido el grupo de estudio, el peso inicial, la AFMV mínima/semana inicial, el estado menopáusico, la raza/etnia y el estado del receptor hormonal).
"Lo que demostramos en el estudio fue que la intervención para bajar de peso, que había dado lugar a una pérdida de peso de alrededor del 5,7 % al cabo de un año en comparación con el grupo de control, mejoró significativamente las hormonas metabólicas y los biomarcadores inflamatorios. Hubo una reducción de alrededor del 20 % en los niveles de insulina; una mejora del 25 % en la resistencia a la insulina; mejoras en otros marcadores metabólicos y, en menor grado, en los marcadores inflamatorios", según la investigadora principal, Dra. Jennifer A. Ligibel, directora del Centro Leonard P. Zakim de Terapias Integrativas y Vida Sana en Dana-Farber y encargada de presentar el estudio en dicha reunión.
"El siguiente paso del estudio es seguir haciendo un seguimiento de las pacientes y determinar si estos cambios favorables en los biomarcadores se traducen en mejores resultados en el cáncer de mama", concluyó la Dra. Ligibel.