La Comunidad Valenciana está a la vanguardia en la implementación de sistemas de calidad en los servicios sanitarios, consolidando su compromiso con la excelencia y la seguridad del paciente. A través de procesos de certificación basados en estándares internacionales, las organizaciones sanitarias demuestran su capacidad para satisfacer las necesidades de los pacientes y adaptarse a los desafíos de un sistema de salud en constante evolución.

La certificación de servicios sanitarios, un proceso voluntario pero cada vez más extendido, consiste en someter los procesos de una organización a la evaluación de entidades externas especializadas. Estas certificaciones aseguran que los servicios ofrecidos cumplen con estándares reconocidos, promoviendo la confianza de pacientes y profesionales, además de reforzar la transparencia en la gestión.

Un proceso que va más allá del reconocimiento

La certificación no es un simple reconocimiento, sino un motor de cambio organizacional. Como explica María José Merino Plaza, Jefa del Servicio de Calidad Asistencial, Seguridad del Paciente y Evaluación de Tecnologías Sanitarias de la Conselleria de Sanitat, "el certificado es el reconocimiento al trabajo bien hecho, pero lo importante es el inicio del camino hacia la excelencia. Este proceso debe ser un hábito, no un hito."

El primer paso hacia la certificación es realizar una autoevaluación para identificar fortalezas y áreas de mejora. Posteriormente, la organización implementa cambios que garantizan el cumplimiento de los estándares seleccionados, en un proceso que fomenta la colaboración interdisciplinaria y un cambio cultural hacia la mejora continua.

Modelos de certificación: Adaptados a cada necesidad

En el ámbito sanitario, existen distintos modelos de certificación que se adaptan a las características y necesidades de cada organización:

• Modelos generalistas, como las Normas ISO, Normas UNE o el modelo EFQM, aplicables a una amplia variedad de sectores.
• Modelos específicos para el sector sanitario, como la Joint Commission (JCAHO), el modelo de la Agencia de Calidad Sanitaria de Andalucía (ACSA) o distintivos emitidos por sociedades científicas.

Cada modelo tiene un alcance, unos criterios mínimos y una vigencia específicos, permitiendo que las organizaciones elijan el más adecuado a sus objetivos.

Impacto en el Hospital Clínico Universitario de Valencia

Un caso ejemplar de cómo la certificación mejora la calidad asistencial es el Hospital Clínico Universitario de Valencia, que implementó la norma UNE 179006, enfocada en la prevención y control de infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria (IRAS).

Este proceso identificó inicialmente una no conformidad en el seguimiento de pacientes con microorganismos multirresistentes (MMR). Para solucionarlo, el equipo implementó una serie de mejoras innovadoras, entre las que destacan:

1. Digitalización de los registros de enfermería, lo que incrementó la precisión y accesibilidad de los datos.
2. Integración de datos de múltiples servicios y de Salud Pública, mejorando la identificación y seguimiento de casos.
3. Talleres formativos sobre lavado con clorhexidina para pacientes aislados, que aumentaron la eficacia de los protocolos de higiene.

Estos cambios han reducido la incidencia de infecciones hospitalarias y mejorado significativamente la colaboración interdisciplinaria, fortaleciendo la capacidad del hospital para garantizar la seguridad de los pacientes.

Un registro para dar visibilidad y confianza

Desde la Conselleria de Sanitat se está impulsando la inclusión de certificaciones en el Registro Autonómico de Certificaciones en Calidad de Centros, Servicios y Establecimientos Sanitarios. Este registro público, accesible desde la web de la Conselleria, no solo reconoce el esfuerzo de los departamentos certificados, sino que también permite a pacientes y profesionales conocer los logros alcanzados, aumentando así la confianza en el sistema de salud.

Promoviendo la calidad como hábito

La certificación es una herramienta poderosa para transformar la cultura organizacional. Aunque al inicio puede generar cierta resistencia, con el tiempo, el personal se convierte en el principal impulsor de nuevas iniciativas de calidad, como demuestra el caso del Hospital de Requena. La clave del éxito radica en abandonar la inercia de "hacer las cosas como siempre se han hecho" y apostar por la mejora continua.

Conclusión

La Comunidad Valenciana reafirma su compromiso con la calidad y la seguridad del paciente mediante la promoción de procesos de certificación que elevan los estándares de atención sanitaria. Desde la Conselleria de Sanitat, el impulso a estos sistemas de validación refleja una apuesta firme por un sistema de salud más transparente, eficiente y centrado en las necesidades de los pacientes.