Los cuidados paliativos, un tipo de asistencia sanitaria que ayuda a las personas a controlar el dolor y otros síntomas durante todas las etapas de una enfermedad grave (no solo al final de la vida), pueden ayudar a mejorar la calidad de vida de los sobrevivientes de un accidente cerebrovascular, ...
Los cuidados paliativos, un tipo de asistencia sanitaria que ayuda a las personas a controlar el dolor y otros síntomas durante todas las etapas de una enfermedad grave (no solo al final de la vida), pueden ayudar a mejorar la calidad de vida de los sobrevivientes de un accidente cerebrovascular, así como de sus familiares, según una nueva declaración científica de la Asociación Americana del Corazón (AHA, por sus siglas en inglés) publicada su revista científica 'Stroke', que complementa a otro documento científico de la Asociación sobre cuidados paliativos y al final de la vida en los accidentes cerebrovasculares de 2014.
Durante la última década, ha habido un avance considerable en una variedad de áreas relacionadas con los accidentes cerebrovasculares y los cuidados paliativos, y esta nueva declaración, según sus autores, enfatiza la necesidad de integrar los principios de los cuidados paliativos en todas las etapas de la atención de los accidentes cerebrovasculares.
Asimismo, los avances en el tratamiento de los accidentes cerebrovasculares han dado lugar a un número cada vez mayor de supervivientes de accidentes cerebrovasculares que a menudo experimentan problemas a largo plazo que van desde discapacidades cognitivas y físicas hasta sufrimiento psicosocial y existencial en las semanas, meses o años posteriores al accidente cerebrovascular. La recuperación de un accidente cerebrovascular también puede ser un desafío para los familiares y los cuidadores de los supervivientes de un accidente cerebrovascular, que pueden sentirse abrumados por las responsabilidades de cuidado.
Estrategias innovadoras
La declaración incluye estrategias para mejorar la comunicación sobre el pronóstico y los objetivos de la atención, abordar las necesidades psicosociales, como la superación de una pérdida, navegar por sistemas de atención médica complejos y prepararse para la muerte con cuidados al final de la vida cuando sea necesario. También destaca las desigualdades sustanciales que existen en los cuidados paliativos después de un accidente cerebrovascular en función de las características sociodemográficas y regionales y la necesidad de reducir esas disparidades.
Dado que los síntomas más comunes después de un accidente cerebrovascular al final de la vida incluyen dolor y disnea, es importante que los profesionales de la salud se concentren en controlar estos síntomas y asesorar a las familias sobre qué esperar. Los pacientes y sus familiares pueden beneficiarse de recibir medidas intensivas de confort y apoyo emocional. En este sentido, los cuidados paliativos pueden ayudar a aliviar el dolor, aumentar la comodidad y mejorar la calidad de vida de los supervivientes de un accidente cerebral con una esperanza de vida superior a seis meses.