Nueve de cada 10 varones españoles afectados por incontinencia urinaria tiene miedo al rechazo social.
Alrededor de 1,5 millones de hombres sufren de incontinencia urinaria en España, según el Observatorio Nacional de la Incontinencia (ONI), a la vez que el 41,4% de los afectados asocia esta patología a la edad, por lo que, la gran mayoría, asume esta disfunción como algo normal con lo que ...
Alrededor de 1,5 millones de hombres sufren de incontinencia urinaria en España, según el Observatorio Nacional de la Incontinencia (ONI), a la vez que el 41,4% de los afectados asocia esta patología a la edad, por lo que, la gran mayoría, asume esta disfunción como algo normal con lo que tendrá que convivir día a día. La incontinencia urinaria es la pérdida del control de la vejiga y sus síntomas pueden variar desde un leve escape de orina hasta la incontinencia total.
Esta patología afecta, en gran medida, a la calidad de vida de las personas que la sufren y éstos aseguran que la incontinencia urinaria no solo limita su vida social y laboral, sino que también les perjudica a nivel psicológico. Las principales razones son la vergüenza a admitir su problema y el miedo a sufrir escapes repentinos en público, afectando gravemente a su autoestima. Los datos del ONI revelan que la problemática de la incontinencia urinaria afecta de forma distinta a hombres y mujeres. Mientras que la población femenina trata y asume la incontinencia urinaria de manera mucho más natural, los hombres perciben esta enfermedad como un tema mucho más tabú que mina en mayor medida su autoestima, al ser más difícil de disimular.
La vergüenza y la baja tasa de consultas fomentan el desconocimiento sobre las posibles soluciones que existen frente a esta disfunción urinaria. “Hoy en día existen técnicas muy seguras y poco invasivas que ayudan a los pacientes afectados a recobrar el control de su vejiga y a volver a llevar una vida normal. Para los varones, sufrir este problema supone grandes daños en su autoestima y los especialistas podemos ayudarles a paliar este problema”, señala el doctor Juan Ignacio Martínez-Salamanca, del Hospital Universitario Puerta de Hierro-Majadahonda y del Centro de Urología Médico-Quirúrgico (CUMQ).
Así, gracias a un diagnóstico adecuado y a un tratamiento dirigido, los pacientes que sufren de incontinencia urinaria pueden conseguir una mejoría e incluso la curación del problema. De hecho, en la mayoría de los casos ni siquiera es necesario un ingreso hospitalario. Las mallas o cabestrillos quirúrgicos, que cuentan con un 90% de efectividad, ayudan a reposicionar la uretra permitiendo recuperar el control de la vejiga. Además, también existe la posibilidad de insertar un esfínter urinario artificial para paliar este problema.