Científicos de diversos centros británicos han establecido la posibilidad de tratar el linfoma de células T periféricas con terapia CAR-T, un avance que hasta ahora había estado obstaculizado por la dificultad de identificar antígenos que sólo se encontraran en las células malignas. Los linfocitos CAR-T utilizados han sido derivados de ...
Científicos de diversos centros británicos han establecido la posibilidad de tratar el linfoma de células T periféricas con terapia CAR-T, un avance que hasta ahora había estado obstaculizado por la dificultad de identificar antígenos que sólo se encontraran en las células malignas. Los linfocitos CAR-T utilizados han sido derivados de los propios pacientes y se distinguen de los convencionales por estar dirigidos a una región molecular que sólo se encuentra en los linfocitos tumorales, preservando de este modo los sanos. En el correspondiente ensayo de escalado de dosis, la terapia se asoció a una baja frecuencia de inmunotoxicidad severa, con desarrollo de síndrome de liberación de citoquinas de grado 3 en el 10% de los pacientes y resolución favorable en las siguientes 72 horas.
Notablemente, el 40% experimentó respuesta metabólica completa, con algunos casos de remisión de más de un año de duración. Martin Pule, investigador de Autolus Therapeutics y director del estudio, afirma que uno de los pacientes con mayor duración de la respuesta en este ensayo había recibido tres líneas de terapia previa, encontrándose sin más opciones de tratamiento.
Adicionalmente, algunos pacientes con respuesta parcial no requirieron ninguna terapia adicional durante al menos 12 meses, periodo tras el cual la enfermedad progresó. Pule señala que aunque los niveles circulantes de las células terapéuticas estuvieron por debajo del límite de detección, éstas se acumularon en los ganglios linfáticos en los que se origina el tumor. El científico concluye indicando que el ensayo sigue en marcha con pacientes adicionales, con el objetivo de determinar la dosificación óptima en un futuro ensayo de fase II.