Publicidad
Publicidad

La Big Pharma ya no se imagina lanzar nuevos medicamentos sin Inteligencia Artificial

La Inteligencia Artificial (IA) pone de acuerdo a las grandes compañías biofarmacéuticas del mundo en la firme creencia de que va a ser la base de todas sus estrategias globales de negocio, aunque sin renunciar al factor humano.

20/12/2024

La Inteligencia Artificial (IA) no sólo se perfila como recurso de gran potencial para la toma de decisiones clínicas, sino que está llamada a impulsar las estrategias comerciales de las compañías farmacéuticas a las que hará más fácil captar y conservar sus clientes. De esa constatación surgió el seminario web ...

La Inteligencia Artificial (IA) no sólo se perfila como recurso de gran potencial para la toma de decisiones clínicas, sino que está llamada a impulsar las estrategias comerciales de las compañías farmacéuticas a las que hará más fácil captar y conservar sus clientes. De esa constatación surgió el seminario web realizado recientemente por Reuters Events para la firma IQVIA.

Harietta Eleftherochorinou

Dio la bienvenida al seminario virtual la vicepresidenta de IA mundial para IQVIA, Harietta Eleftherochorinou, para quien la Big Pharma inyecta actualmente grandes cantidades de fondos para que sus estrategias comerciales en el nuevo año se sustenten en IA como verdadero motor transformador del sector farmacéutico.

Bajo el lema de Supercharge your commercial strategy with AI, animó a tres directivos de cuatro corporaciones para debatir sobre cuestiones claves como la capacidad de la IA generativa para cambiar la relación con el cliente a cinco años vista, su potencial para captar más clientes, su contribución a una mayor eficiencia con mejores prácticas y su virtualidad para la toma de decisiones estratégicas, entendiendo que, en la mayor parte del mundo, los propios médicos quedan incluidos en el concepto de clientes. Aunque sin excesivas concesiones dentro de su discurso, porque estimó que el factor humano seguirá siendo insustituible en las interacciones con los pacientes.

Sin olvidar que a la IA todavía le rodea demasiado ruido y que la confianza, la privacidad de los datos y el cumplimiento legal seguirán guiando la integración de la IA. Pero sin perder de vista que la adopción de IA alcanza ya un volumen inédito en la historia, comparable a los mismos orígenes de internet.

Harietta razonó que la IA no es la solución para todos los problemas, pero sí es la mejor solución para muchos de ellos. A lo que añadió que, actualmente, la IA está en un punto de inflexión del que deben beneficiarse las organizaciones con un espíritu de aprendizaje continuo.

También instó la consultora a la industria a priorizar estrategias que sean sostenibles y escalables, y que garanticen la creación de valor a largo plazo en el cambiante panorama que prefigura la IA.

Al compartir una perspectiva complementaria y equidistante entre la confianza, la privacidad de los datos y el cumplimiento de la normativa como ejes rectores e la integración de la IA».

También destacó la importancia de la experimentación, animando a las organizaciones a adoptar una mentalidad de aprendizaje a través de interacciones de diseño reposado pero bien orientado.

También subrayó que el uso ético y responsable de la IA con los clientes, dada la naturaleza paradigmática de la industria farmacéutica en esta materia, siempre será algo inexcusable. E hizo hincapié en la necesidad de que las organizaciones inviertan mucho para adaptar estas estrategias y aprovechar eficazmente la IA, dado que es a la vez una oportunidad y una responsabilidad.

Werner Raeymaeckers

El jefe de tecnología digital, servicios comerciales y contenidos de la compañía UCB Pharma, Werner Raeymaeckers, habló de pasar de un enfoque push a otro pull dentro de las estrategias omnicanal del sector, sin que todavía ninguna de las grandes compañías lo haya conseguido. Por lo que aconsejó no correr antes de haber asentado bien los procesos empresariales fundamentales, ni obsesionarse con demasiados pilotos o aspectos deslumbrantes o bling bling. Porque estamos en un ecosistema que evoluciona rápidamente, como recordó, en el que  hay que equilibrar la innovación con las mejoras básicas perdurables. De forma que las precipitaciones puede sembrar de errores importantes o impedir desarrollos a escala con dramáticos efectos a futuro.

Chetak Buaria

Seguidamente el vicepresidente global comercial de Merck para oncología, Chetak Buaria, confirmó el poder transformador de la a IA generativa, como una tecnología que ahora está sola sobre la mesa por su capacidad para cambiar la forma de trabajar de la gente y su vida cotidicana, así como es capaz de basar la gestión en la productividad. De aplicación a las operaciones comerciales de compañías como la suya, en la que se introdujo para los trabajadores el espacio «my GPT» dirigido a simplifcar las tareas diarias. Cuyo uso demostró un notable ahorro de tiempo en la redacción de correos internos y boletines informativos, además de la segmentación de precisión de la publicidad digital, la optimización del gasto corporativo y la distribución de contenidos, y todo ello sin renunciar a más mejores prácticas.

Experiencia que permitió a este ponente no ver la IA como una amenaza, sino como un aliado que puede mejorar las capacidades de la industria farmacéutica, aunque todavía sea preciso distinguir entre tanto ruido ambiente o, dicho de otra forma, separar el polvo de la paja.

Edyta Banach

Así mismo, la responsable internacional de IA en  AbbVie Oncología, Edyta Banach, destacó los retos pendientes de la integración de esta tecnología en los clientes, por asuntos de gran calado y ya aludidos como la protección de datos, el compliance y otros aspectos legales. Esta directiva compartió además su proyecto de IA para identificar a pacientes con hepatitis C, ejemplo de que la tecnología debe ser incorporada con todas las precauciones. Aunque sin dejar de calcular su gran potencial para la toma de decisiones estratégicas con supervisión humana, según sus propias palabras.

En cualquier caso, los panelistas ratificaron que las decisiones estratégicas deben seguir recayendo en las personas, pero sin dejar de invertir en IA por parte de las organizaciones en sus procesos de transformación. Con la IA como tecnología capaz de mantener su carácter disruptivo con grandes áreas de demanda como el desarrollo de talento muy especializado y, por supuesto, un firme compromiso ético interno. Desde esa convicción de que la implementación de la IA debe ser minuciosa y dotada de supervisión humana para inclinar la balanza del lado de los desafíos al platillo de las grandes oportunidades.

Publicidad
Publicidad