Investigadores de diversos centros alemanes han descubierto que el receptor inhibidor de la insulina, conocido como inceptor, regula el reciclado de la hormona en el interior de las células beta pancreáticas. Según el estudio, el inceptor se localiza en los gránulos de secreción y en vesículas situadas en la proximidad ...
Investigadores de diversos centros alemanes han descubierto que el receptor inhibidor de la insulina, conocido como inceptor, regula el reciclado de la hormona en el interior de las células beta pancreáticas. Según el estudio, el inceptor se localiza en los gránulos de secreción y en vesículas situadas en la proximidad de la membrana celular y de la red formada por el aparato de Golgi, dirigiendo a la insulina y a la proinsulina hacia la degradación lisosomal. En experimentos in vitro en células beta pancreáticas derivadas de células madre, el bloqueo del inceptor mediante un anticuerpo monoclonal resultó en aumento tanto de la insulina como de su péptido precursor, mejorando la secreción de insulina en respuesta a glucosa.
Heiko Lickert, científico del Centro Alemán de Investigación de la Diabetes y director del estudio, afirma que más del 60% de las células internalizaron el anticuerpo, que persistió en las localizaciones subcelulares esperadas e interfirió en la interacción entre el inceptor y la proinsulina. El investigador subraya el papel inhibidor del inceptor aludiendo a los resultados obtenidos en ratones deficientes en este receptor, los cuales exhibieron un incremento en la masa de células beta pancreáticas y en la cantidad de insulina, tanto en el páncreas como en circulación.
Estos rasgos serían atribuibles a la reducida degradación de la hormona, asegura Lickert. A diferencia de otros receptores que actúan como mecanismos de direccionamiento en el mismo tipo de vesículas, el inceptor recupera la proinsulina cuando ya se ha incorporado a la vía secretora, reconduciéndola a la vía lisosomal, concluye el científico.