Investigadores de la Universidad de Kentucky han establecido que la adición de elamipretida al tratamiento intraperitoneal con antibióticos evita la debilidad muscular crónica derivada de la sepsis. En el correspondiente modelo animal, la administración cada 12 horas durante 5 días y luego diariamente hasta el décimo día, preservó completamente la ...
Investigadores de la Universidad de Kentucky han establecido que la adición de elamipretida al tratamiento intraperitoneal con antibióticos evita la debilidad muscular crónica derivada de la sepsis. En el correspondiente modelo animal, la administración cada 12 horas durante 5 días y luego diariamente hasta el décimo día, preservó completamente la función muscular, en comparación con ratones que no habían sufrido sepsis. Este resultado estuvo en marcado contraste con los ratones sépticos tratados solamente con antibióticos, en los que la pérdida de fuerza muscular específica fue del 15%.
Hiroshi Saito, director del estudio, afirma que el efecto de la elamipretida fue altamente específico, ya que no tuvo impacto alguno sobre la supervivencia relacionada con la sepsis, ni con la severidad de la misma, como se constató en la comparación del peso corporal, grado de hipotermia, de esplenomegalia y de masa muscular entre los ratones tratados con o sin este agente. El científico prosigue indicando que la elamipretida es un péptido antioxidante dirigido a la membrana interna de las mitocondrias, donde se acumula hasta 5000 veces más, como consecuencia de interacciones hidrofóbicas y electrostáticas.
En esta localización la elamipretida previene la fuga de electrones, con la consiguiente preservación de la síntesis de ATP, molécula esencial en el balance energético de la célula. Este mecanismo de acción es consistente con las observaciones histológicas realizadas sobre el músculo de los ratones tratados, en los que se apreció menor extensión de las anormalidades estructurales causadas por la sepsis en las mitocondrias. Saito subraya la relevancia de los hallazgos aludiendo a la elevada incidencia de la sepsis en los países occidentales, en los que el avance de la edad incrementa la susceptibilidad a las infecciones.