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SEPAR y FENAER proponen medidas para mejorar la eficacia en el control del tabaquismo en España

En el marco de la revisión del Real Decreto 579/2017, SEPAR, su Foro Autonómico de Tabaquismo y FENAER proponen algunas pautas para combatir el tabaquismo, incluyendo la prohibición de las bolsitas de nicotina como parte de una estrategia integral de protección de la salud pública.

02/01/2025

La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), junto con su Foro Autonómico de Tabaquismo -en el que están integrados los representantes de las Sociedades Autonómicas de Neumología y Cirugía Torácica de España, incluyendo AIRE, ASTURPAR, NEUMOCAN, NEUMOMADIR, NEUMOSUR, SADAR, SEAR, SOCALPAR, SOCAMPAR, SOCAP, SOGAPAR, SOMUPAR, SVNEUMO y SVNPAR- ...

La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), junto con su Foro Autonómico de Tabaquismo -en el que están integrados los representantes de las Sociedades Autonómicas de Neumología y Cirugía Torácica de España, incluyendo AIRE, ASTURPAR, NEUMOCAN, NEUMOMADIR, NEUMOSUR, SADAR, SEAR, SOCALPAR, SOCAMPAR, SOCAP, SOGAPAR, SOMUPAR, SVNEUMO y SVNPAR- y la Federación Española de Asociaciones de Pacientes Alérgicos y con Enfermedades Respiratorias (FENAER), han analizado el Proyecto de Real Decreto que modifica el Real Decreto 579/2017, de 9 de junio, por el que se regulan determinados aspectos relativos a la fabricación, presentación y comercialización de los productos del tabaco y los productos relacionados.

Tras esta lectura y análisis los profesionales sanitarios representados por las entidades anteriormente mencionadas proponen más medidas para conseguir un incremento de su eficacia en el control global del tabaquismo en España.

Las bolsitas de nicotina deben ser prohibidas. Se trata de un nuevo producto para consumo de nicotina que no tiene ningún tipo de tradición de uso en nuestro país. 

Los estudios realizados con las bolsitas de nicotina demuestran que son tan capaces de crear adicción como lo es el cigarrillo convencional.  Igualmente, se ha demostrado que el uso de estas bolsas por parte de los jóvenes puede servir como vía de entrada al consumo de tabaco. Un estudio encontró que el 73% de aquellos que usan bolsitas de nicotina y el 33% de aquellos que las han usado en alguna ocasión se han convertido en consumidores habituales de cigarrillos convencionales. 

Además, las bolsas de nicotina no solo son adictivas, sino también tóxicas para la salud de aquellos que las utilizan. Un buen número de estudios científicos independientes han relacionado el uso de estas bolsitas con casos de intoxicación por nicotina. Además, en dichas bolsas se ha detectado la presencia de sustancias con capacidad carcinogénica e inflamatoria. Por ejemplo, en las bolsas de nicotina se han detectado niveles de nitrosaminas en cantidades superiores a las que han sido detectadas en algunos medicamentos, cuyo uso fue prohibido precisamente por tener nitrosaminas en esos niveles. Incluso, se han encontrado inflamación de las encías, de la mucosa bucal y lesiones precancerosas en los lugares de colocación de las bolsitas de nicotina. Es de reseñar que se dispone de suficiente evidencia que demuestra que los fabricantes de estas bolsitas de nicotina están desarrollando campañas publicitarias, similares a las utilizadas históricamente, y que, dirigidas especialmente a los jóvenes y a los no fumadores, mandando mensajes acordes con la estrategia de reducción del daño; lo único que pretenden es conseguir más personas adictas a la nicotina e incrementar el número de fumadores. 

Todas estas razones son los suficientemente relevantes y justifican plenamente en favor de la salud pública la prohibición de las bolsistas de nicotina.

Un problema de salud pública indiscutible

La alta prevalencia del tabaquismo en la sociedad española, convierten esta enfermedad en un problema de salud pública indiscutible. De acuerdo con los datos proporcionados por el estudio EDADES realizado este mismo año alrededor del 26% de la población general española entre 15 a 64 años es fumadora. En España, cada año mueren más de 56.000 personas, pero su impacto va mucho más allá de las personas que lo consumen, causando alrededor de 1.000 muertes anuales por la exposición al humo ambiental, además del impacto en el medio ambiente que genera a nivel global. 

España, durante el siglo XXI, ha dado grandes pasos en el control del tabaquismo, impulsado por la implantación de dos leyes nacionales, en 2005 y 2010, que regularon la venta, el suministro, el consumo y la publicidad de los productos del tabaco. Ahora, en un contexto de retos por las nuevas formas de consumo y de necesidad de mejorar la actual legislación, especialmente tras 13 años sin modificación alguna respecto a la legislación del tabaco.

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