Investigadores chinos han diseñado una estrategia dirigida a reparar la lesión medular, consistente en la aplicación local de células madre mesenquimales derivadas de la médula ósea craneal y contenidas en un hidrogel de nanopartículas de plata que adopta la estructura de conductos nerviosos. La implantación local en ratas lesionadas resultó ...
Investigadores chinos han diseñado una estrategia dirigida a reparar la lesión medular, consistente en la aplicación local de células madre mesenquimales derivadas de la médula ósea craneal y contenidas en un hidrogel de nanopartículas de plata que adopta la estructura de conductos nerviosos. La implantación local en ratas lesionadas resultó en un significativo incremento de un índice habitualmente utilizado en el análisis de la recuperación motora y que evalúa combinaciones de movimientos de las articulaciones, extremidades, perfil del paso y posición del tronco, entre otros factores.
Esta mejora fue especialmente significativa a las cuatro semanas y se asoció a una disminución del tiempo de latencia de los potenciales evocados, tanto motores como somatosensoriales, que además mostraron mayor amplitud de onda. En el examen histológico de la médula los científicos constataron que las células administradas adquieren rasgos similares a los de células nerviosas, hallando signos de proliferación y axones de mayor longitud.
Deqing Peng, científico del Hangzhou Medical College y director del estudio, afirma que el tipo de células madre utilizado presenta múltiples ventajas, incluyendo su fácil obtención, baja inmunogenicidad, ausencia de potencial tumorigénico y capacidad de diferenciarse en múltiples linajes celulares. A pesar de ello, su implementación clínica no ha tenido lugar, debido principalmente al desconocimiento de la estrategia de implantación óptima. Sin embargo, estudios recientes ya habían demostrado que el crecimiento axonal tras la lesión puede tener lugar si se suministra el sustrato adecuado, asegura el investigador. El hidrogel utilizado evita la necesidad de usar injertos de nervios periféricos, presentando además una excelente biocompatibilidad, concluye Peng.