Investigadores de la Universidad de Jiaxing han desarrollado una potencial terapia celular para tratar el cáncer de páncreas, basada en macrófagos portadores de moléculas quiméricas que reconocen el receptor c-Met en las células madre tumorales, las cuales son responsables de la resistencia a las terapias convencionales. En ratones portadores de ...
Investigadores de la Universidad de Jiaxing han desarrollado una potencial terapia celular para tratar el cáncer de páncreas, basada en macrófagos portadores de moléculas quiméricas que reconocen el receptor c-Met en las células madre tumorales, las cuales son responsables de la resistencia a las terapias convencionales. En ratones portadores de este tipo de tumor, la inyección intravenosa de los macrófagos redujo el peso y el volumen del mismo a los 28 días, prolongando la supervivencia. Esta última alcanzó una tasa del 50% a los 100 días, en marcado contraste con los animales control, que perecieron en su totalidad entre los 40 y 60 días. La terapia también redujo la carga metastásica, la angiogénesis y la densidad vascular en el tumor, así como el exceso de permeabilidad vascular asociada a las anormalidades de los vasos que lo irrigan.
Bin Wu, director del estudio, afirma que el receptor quimérico ha sido diseñado en base al análisis del transcriptoma del tumor a nivel de células individuales, así como de las proporciones de diversas subpoblaciones celulares y de marcadores de malignidad, que en su conjunto han señalado a c-Met como diana terapéutica. Su relevancia en la prognosis de los pacientes con este tipo de cáncer fue manifiesta, constatándose que la mayor expresión de c-Met se asocia a menor supervivencia.
Wu prosigue indicando que el uso de receptores quiméricos en macrófagos constituye un avance reciente en la inmunoterapia, ya que a diferencia de los linfocitos CAR-T, estos macrófagos infiltran de manera natural el núcleo del tumor, donde ejercen de manera simultánea la fagocitosis y la presentación de antígenos tumorales al sistema inmunitario. Los actuales hallazgos establecen una base racional para el ulterior desarrollo de esta inmunoterapia, concluye el investigador.