Científicos de la Universidad Médica de Wenzhou han desarrollado un aficuerpo, o variante miniaturizada de un anticuerpo, que reconoce la región extracelular de AXL, un receptor con actividad quinasa asociado a la progresión del cáncer gástrico. En ratones portadores de tumores humanos el aficuerpo conjugado con un marcador fluorescente se ...
Científicos de la Universidad Médica de Wenzhou han desarrollado un aficuerpo, o variante miniaturizada de un anticuerpo, que reconoce la región extracelular de AXL, un receptor con actividad quinasa asociado a la progresión del cáncer gástrico. En ratones portadores de tumores humanos el aficuerpo conjugado con un marcador fluorescente se localizó en el tumor, ya a los 30 minutos, acumulándose en el mismo por un periodo de hasta 24 horas.
Este efecto fue específico de los tumores que expresan AXL, ya que no fue observado en ratones sanos ni en portadores de otros tipos de tumor. Administrado como terapia cada tres días, el aficuerpo redujo el volumen del tumor a lo largo de 30 días, sin causar pérdida de peso corporal. Esta actividad antitumoral pudo ser confirmada in vitro, en experimentos en los que el aficuerpo redujo la viabilidad de las células cancerosas e indujo apoptosis, o muerte celular programada. A nivel bioquímico, la terapia redujo la actividad de la vía de señalización de las quinasas MEK/ERK y del oncogén c-MYC.
Así lo afirma Lifang Zhang, director del estudio, quien prosigue indicando que el valor de AXL como diana terapéutica pudo ser confirmado en el análisis de 375 pacientes, en los que la mayor expresión de este receptor se asoció a peor prognosis, independientemente de los rasgos clínico-patológicos del tumor. El investigador concluye señalando que los aficuerpos se distinguen por su reducido peso molecular, 20 veces inferior al de los anticuerpos convencionales, lo que permite una mayor penetración en el tumor y eliminación más rápida de la circulación y de otros tejidos.