Científicos de la Universidad Shanghai Jiao Tong han descubierto que la inmunoterapia con anticuerpos anti-PDL1 y anti-4-1BB reduce el crecimiento tumoral, en ratones portadores de linfoma folicular humano resistente a la lenalidomida. El tratamiento se asoció a un incremento en la maduración y capacidad endocítica de una subpoblación de células ...
Científicos de la Universidad Shanghai Jiao Tong han descubierto que la inmunoterapia con anticuerpos anti-PDL1 y anti-4-1BB reduce el crecimiento tumoral, en ratones portadores de linfoma folicular humano resistente a la lenalidomida. El tratamiento se asoció a un incremento en la maduración y capacidad endocítica de una subpoblación de células dendríticas cuya abundancia se encuentra reducida en pacientes que experimentan progresión o relapso. El hallazgo ha tenido lugar en el contexto de un ensayo clínico en pacientes de nuevo diagnóstico tratados con rituximab y lenalidomida, en los que el fracaso de la terapia se asoció a significativas alteraciones en los niveles del factor de transcripción PU.1 en las células tumorales.
Wei-Li Zhao, director del estudio, afirma que PU.1 tiene un papel fundamental en la comunicación entre esas células y las dendríticas, estimulando en las primeras la expresión de ligandos que actúan sobre puntos de control inmunológico sitos en la membrana de las células dendríticas. En consecuencia, la combinación terapéutica examinada podría representar una alternativa de tratamiento libre de quimioterapia en el linfoma folicular, señala el investigador.
Esta noción estaría apoyada por estudios previos, en los que la inmunoterapia oncológica basada en células dendríticas indujo potentes respuestas antitumorales, modulando además la autofagia, proceso de reciclado de componentes celulares considerado como marcador de daño al tejido maligno. Zhao concluye señalando que el ensayo también identificó los niveles elevados de beta-2 microglobulina y la presencia de nódulos de tamaño superior a 6 cm en los ganglios linfáticos como factores pronósticos desfavorables en los pacientes tratados con rituximab y lenalidomida.