Científicos de la Universidad de Kioto han desarrollado un modelo basado en inteligencia artificial, el cual determina la localización espacial de las estructuras linfoides terciarias (ELTs) en imágenes de cáncer endometrial. En la distinción entre las ELTs proximales o distales al margen del tumor, los investigadores determinaron que estas últimas se asocian a mayor supervivencia, tanto global como libre de progresión, en dos cohortes con más de 500 pacientes. La mejor prognosis dentro de este grupo fue la las pacientes con tumores que presentan elevado número de deleciones o duplicaciones genómicas, en las que la reducción del riesgo de progresión fue del 49%, así como en las que exhibieron un elevado índice de infiltración intratumoral por linfocitos. 

En contraste, los valores bajos en este índice se asociaron a prognosis similar a la de las pacientes sin ELTs distales. La localización distal se asoció, además, a una tasa de respuesta casi dos veces mayor tras el tratamiento con pembrolizumab en monoterapia o en combinación con lenvatinib. Junzo Hamanishi, director del estudio, afirma que las ELTs distales fueron especialmente ventajosas en las pacientes con elevada inestabilidad de microsatélites, la totalidad de las cuales presentaron respuesta parcial o superior, en contraste con las que exhibieron la misma alteración citogenética en ausencia de positividad de ELTS distales. 

El investigador prosigue indicando que aunque la presencia de ELTs ya había sido previamente asociada a mejor prognosis en otros tipos de cáncer ginecológico y en el melanoma, su evaluación mediante procesos estándar es compleja. El rápido progreso de la patología digital ha facilitado el desarrollo del actual método, con el que es posible extraer automáticamente la información requerida en muestras inmunohistoquímicas, concluye Hamanishi.