Hay suficiente evidencia científica de la existencia de diferencias de género en el envejecimiento, en función del género. Por lo general, las mujeres viven más tiempo que los hombres, en todos los niveles socioeconómicos. Asimismo, se ha podido constatar que estas experimentan un envejecimiento cerebral molecular más lento, medido por el ...
Hay suficiente evidencia científica de la existencia de diferencias de género en el envejecimiento, en función del género. Por lo general, las mujeres viven más tiempo que los hombres, en todos los niveles socioeconómicos. Asimismo, se ha podido constatar que estas experimentan un envejecimiento cerebral molecular más lento, medido por el reloj epigenético, en todas las regiones cerebrales.
Actualmente, se sabe que los cromosomas sexuales influyen en la longevidad y también pueden afectar a la resiliencia en la duración de la salud, o el lapso de tiempo que se pasa saludable para resultados específicos. No obstante, la conexión entre el número de cromosomas X (X) y la longevidad plantea la pregunta de si dichos cromosomas también afectan la resiliencia cognitiva.
Para dar respuesta a ello, investigadores de la Universidad de California en San Francisco (UCSF) (EEUU) llevaron a cabo un estudio cuyos resultados podrían dar respuesta a cómo el cerebro femenino podría mantenerse más resistente al envejecimiento.
En el envejecimiento clásico, las mujeres tienen un cerebro que parece más joven, con menos déficits cognitivos en comparación con los hombres", según la Dra. Dena Dubal, profesora de neurología y titular de la Cátedra David A. Coulter en Envejecimiento y Enfermedades.
La explicación, expuesta en la revista 'Science Avances', podría pasar por que las hembras portan dos cromosomas X. Uno de ellos está escondido en un rincón de la célula llamado cuerpo de Barr, donde no puede expresar muchos genes. Según estos investigadores, en base a su estudio realizado en ratones, dicho cromosoma X 'silencioso' en las mujeres, en realidad, se despierta más tarde en la vida y podría contribuir a frenar el deterioro cognitivo.
Los autores crearon para su estudio ratones híbridos a partir de dos cepas diferentes de ratones de laboratorio y modificaron el cromosoma X de una cepa para que no emitiera señales. Al conocer el código genético de cada cepa, pudieron rastrear la fuente de cualquier gen expresado hasta cada cromosoma X. Luego midieron la expresión genética en el hipocampo, una región cerebral clave para el aprendizaje y la memoria que se deteriora con el envejecimiento, en ratones hembra de 20 meses, similares a los humanos de 65 años.
Posteriormente, pudieron observar en varios tipos de células del hipocampo, cómo el cromosoma X, que se suponía que debía permanecer silenciado, expresó unos 20 genes, muchos de los cuales desempeñan un papel en el desarrollo del cerebro y en la discapacidad intelectual.
"Esto podría explicar cómo los cerebros de las mujeres siguen siendo resistentes en el envejecimiento típico, porque los hombres no tendrían este X adicional", indicó Margaret Gadek, estudiante de posgrado en el Programa combinado de capacitación de científicos médicos de la UCSF y primera autora del artículo.
Profundizando más en la investigación, pudieron comprobar que uno de los 22 genes que habían "escapado" del silenciamiento en el cromosoma X, en concreto el PLP1, ayuda a construir el aislamiento neuronal, o mielina, que rodea los cables del cerebro para que puedan transmitir sus señales.
Los ratones hembra viejos tenían más PLP1 en el hipocampo que los ratones macho viejos, lo que sugiere que el PLP1 adicional del segundo cromosoma X había marcado una diferencia. Para probar si el PLP1 podía explicar la resiliencia del cerebro femenino, el equipo expresó artificialmente PLP1 en el hipocampo de ratones macho y hembra viejos. El PLP1 adicional proporcionó un impulso cerebral en ambos sexos, y estos ratones obtuvieron mejores resultados en pruebas de aprendizaje y memoria.
La Dra. Dubal y sus colegas están investigando ahora si el segundo cromosoma X también puede estar activo en mujeres mayores. "La cognición es uno de nuestros mayores problemas biomédicos, pero las cosas son cambiantes en el cerebro que envejece, y el cromosoma X claramente puede enseñarnos lo que es posible", concluyó la Dra. Dubal.