El cáncer de endometrio (CE) (cáncer en el revestimiento del útero) es el cáncer ginecológico más común en los países desarrollados, con una incidencia creciente, por lo que se mantiene como un desafío clínico significativo. No en vano, los pacientes con CE avanzado o recurrente presentan un mal pronóstico, con una ...
El cáncer de endometrio (CE) (cáncer en el revestimiento del útero) es el cáncer ginecológico más común en los países desarrollados, con una incidencia creciente, por lo que se mantiene como un desafío clínico significativo. No en vano, los pacientes con CE avanzado o recurrente presentan un mal pronóstico, con una tasa de supervivencia a 5 años por debajo del 20%.
A pesar de los avances hacia la medicina personalizada, al parecer, todavía no se ha identificado ningún biomarcador de respuesta en el entorno post-platino o post-agentes inmunooncológicos(IO) recurrente para este tipo de cáncer.
Al respecto, las opciones de tratamiento siguen siendo limitadas para los pacientes que experimentan progresión o recurrencia después de terapias que contienen platino o después de la exposición a IO, donde no existe un estándar de atención.
Por otra parte, el Atlas del Genoma del Cáncer (TCGA) ha proporcionado importantes conocimientos sobre el panorama molecular del CE, identificando cuatro subgrupos moleculares distintos, clasificación que ha allanado el camino para enfoques de tratamiento más personalizados en CE, lo que permite la selección de terapias adaptadas al perfil genético del tumor.
En este contexto, investigadores de la Escuela de Medicina Icahn del Monte Sinaí de Nueva York (EEUU) han logrado un hallazgo que podría ayudar a los médicos a elegir mejores tratamientos para las pacientes con cáncer de endometrio recurrente.
Según sus autores, "este estudio proporciona bases moleculares para el beneficio clínico del tratamiento combinado en contraste con la inmunoterapia sola. Además, es el primero que evalúa biomarcadores en el entorno posinmuno-oncológico en el cáncer de endometrio".
En concreto, según los resultados publicados en el 'Journal for ImmunoTherapy of Cancer (JITC)', los responsables de la investigación hallaron proteínas específicas en la sangre que pueden predecir cómo va a responder la afectada por este cáncer a un tratamiento.
"Al identificar biomarcadores específicos en la sangre, podemos predecir mejor qué pacientes se beneficiarán de una terapia combinada. (cabozantinib y nivolumab), según el Dr. Sacha Gnjatic, profesor de Inmunología e Inmunoterapia en el Instituto de Cáncer Tisch de la Facultad de Medicina Icahn del Monte Sinaí.
Según los autores de este trabajo, "este enfoque tiene el potencial de mejorar las tasas de supervivencia y, al mismo tiempo, minimizar los efectos secundarios, lo que, en última instancia, hará avanzar el campo de la inmunoterapia contra el cáncer".