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La enfermedad de Parkinson (EP) es un trastorno neurodegenerativo hereditario relacionado con la edad que se caracteriza por temblor en reposo, rigidez, bradicinesia, pérdida del olfato y alteración de la marcha y el equilibrio. Afecta al 1-2% de los adultos mayores de 65 años y es la segunda enfermedad neurodegenerativa ...
La enfermedad de Parkinson (EP) es un trastorno neurodegenerativo hereditario relacionado con la edad que se caracteriza por temblor en reposo, rigidez, bradicinesia, pérdida del olfato y alteración de la marcha y el equilibrio. Afecta al 1-2% de los adultos mayores de 65 años y es la segunda enfermedad neurodegenerativa más común.
Las características neuropatológicas de la EP incluyen la presencia de inclusiones intracelulares que contienen agregados de α-sinucleína fibrilada, conocidas como cuerpos de Lewy, y la degeneración de neuronas dopaminérgicas en la pars compacta de la sustancia negra. La disminución de la liberación de dopamina en el cuerpo estriado y las alteraciones posteriores en los circuitos de los ganglios basales son las principales responsables de las manifestaciones motoras de esta patología.
Recientemente, un estudio dirigido por un equipo internacional de investigadores del Baylor College of Medicine en Houston (EEUU) podría allanar el camino para nuevos tratamientos destinados a retrasar o prevenir la progresión de la enfermedad de Parkinson. "Lo que hace que este hallazgo sea tan significativo es la magnitud excepcional del efecto de ITSN1 en el aumento del riesgo de Parkinson, especialmente cuando se compara con variantes en otros genes bien establecidos, como LRRK2 y GBA1", explicó el Dr. Ryan S. Dhindsa, profesor adjunto de patología e inmunología en el Baylor College of Medicine e investigador principal en el Jan and Dan Duncan Neurological Research Institute en el Texas Children's Hospital.
La ITSN1 desempeña un papel importante en la forma en que las neuronas se envían mensajes entre sí (un proceso llamado transmisión sináptica), lo que la hace especialmente relevante para la enfermedad de Parkinson. Los investigadores se centraron en las mutaciones genéticas raras porque suelen tener efectos importantes en el riesgo de padecer enfermedades que revelan mecanismos críticos de la enfermedad. "Estos descubrimientos genéticos no solo profundizan nuestra comprensión de la biología del Parkinson, sino que también revelan nuevos objetivos prometedores para la intervención terapéutica", señaló dicho experto.
En resumen, este estudio destaca a ITSN1 como un objetivo terapéutico prometedor y subraya el valor de la secuenciación genética a gran escala para identificar mutaciones raras que contribuyen a trastornos neurológicos complejos. "Nuestros hallazgos se suman a la creciente evidencia que implica defectos en el tráfico de vesículas sinápticas en la EP y destacan a ITSN1 como un objetivo terapéutico potencial", expuso el Dr. Ryan S. Dhindsa
Los autores de este estudio también hicieron hincapié en el valor de los esfuerzos de secuenciación a gran escala para identificar contribuciones de variantes raras a enfermedades complejas como la EP.