Existe abundante evidencia científica que constata la importancia de la alimentación en la prevención del cáncer. Como novedad, investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Florida (UF) (EEUU) han llevado a cabo un innovador estudio sobre el vínculo de una mala nutrición y el cáncer de pulmón, y más concretamente con el adenocarcinoma de pulmón, un cáncer agresivo definido por factores oncogénicos y reprogramación metabólica.

"Mientras que enfermedades como el cáncer de páncreas o el de hígado tradicionalmente se han asociado a la dieta, no ha sucedido lo mismo con el cáncer de pulmón, rara vez se discute la posibilidad de que la dieta influya", afirmó el Dr. Ramon Sun, profesor asociado y director del Centro de Investigación Avanzada de Biomoléculas Espaciales de la UF.  Por tanto, este estudio sería el primero en investigar sobre la asociación entre el cáncer de pulmón y la mala alimentación, según Matthew Gentry, profesor y presidente del departamento de bioquímica y biología molecular de la Facultad de Medicina de la UF.

Para su trabajo, el equipo utilizó una plataforma de metabolómica espacial de alto contenido que Sun creó en 2020. "Esta plataforma ofreció una nueva perspectiva para visualizar las enfermedades, permitiendo a los investigadores discernir patrones moleculares e interacciones previamente no descubiertos con sorprendente detalle y gran profundidad de conocimiento", afirmó el Dr. Sun.

Acumulación de glucógeno

El nuevo estudio se centró en la acumulación de glucógeno. Se sabe que esta molécula de almacenamiento, compuesta de glucosa o un azúcar simple, se concentra en altos niveles en diversos tipos de cáncer y otras enfermedades.

A través de modelos de laboratorio y modelos guiados por computadora de las reservas de glucógeno en el pulmón, los investigadores demostraron que, en el cáncer de pulmón, el glucógeno actúa como un metabolito oncogénico, similar a una "piruleta gigante para los golosos del cáncer".

Cuanto más glucógeno esté depositado en las células cancerosas, mayor y más grave será el crecimiento del tumor. Cuando los científicos alimentaron a ratones con una dieta occidental rica en grasas y fructosa que aumentaba la concentración de glucógeno en la sangre, los tumores pulmonares crecieron. Cuando los niveles de glucógeno disminuyeron, también lo hizo el crecimiento del tumor.

Otra ventaja de centrarse en el glucógeno, destacada por los autores del trabajo,  es la variedad de opciones de tratamiento disponibles. "Actualmente, existen tres tipos de fármacos dirigidos a los niveles de glucógeno", explicó el prof. Gentry

Los autores llegaron a la conclusión de que la dieta occidental típica aumenta los niveles de glucógeno, el cual nutre los tumores de cáncer de pulmón, proporcionándoles los componentes básicos para su crecimiento. Por tanto, se puede considerar el glucógeno como un buen predictor del crecimiento tumoral y la muerte en pacientes con cáncer de pulmón.

"Priorizar una dieta rica en nutrientes, mantener un estilo de vida activo y minimizar el consumo de alcohol son estrategias fundamentales para la salud a largo plazo.De ahí, que  mejores hábitos alimenticios puede ser una herramienta poderosa para la prevención del cáncer de pulmón", concluyó el prof.Gentry.