El intestino humano alberga billones de bacterias que desempeñan un papel vital en la digestión, la inmunidad y la salud general. Cuando este equilibrio microbiano se altera, puede contribuir al desarrollo de enfermedades crónicas como la colitis ulcerosa (CU), una afección inflamatoria del intestino grueso. La CU permanece sin control en ...
El intestino humano alberga billones de bacterias que desempeñan un papel vital en la digestión, la inmunidad y la salud general. Cuando este equilibrio microbiano se altera, puede contribuir al desarrollo de enfermedades crónicas como la colitis ulcerosa (CU), una afección inflamatoria del intestino grueso. La CU permanece sin control en aproximadamente el 25% de los casos
Una de las características distintivas de la CU es la deficiencia de ciertos ácidos biliares, moléculas que ayudan a digerir las grasas y a regular la salud intestinal. Estas moléculas no solo son producidas por el hígado, sino que son procesadas por las bacterias intestinales para obtener formas que favorecen la cicatrización intestinal. Los pacientes con CU suelen presentar niveles más bajos de estos ácidos biliares microbianos.
Precisamente, un equipo de investigación, dirigido por Kristina Schoonjans y Rizlan Bernier-Latmani, pertenecientes a la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL) (Suiza), ha identificado una bacteria, la Clostridium scindens, con capacidad para convertir los ácidos biliares primarios en ácidos biliares 7α-deshidroxilados, como un factor clave en la cicatrización intestinal.
El estudio, publicado en 'EMBO Molecular Medicine' demuestra que la suplementación intestinal con esta bacteria podría mejorar la recuperación de lesiones colónicas, ofreciendo una nueva terapia potencial para la colitis ulcerosa y trastornos relacionados.
El metabolismo de los ácidos biliares, esencial
Los investigadores probaron su hipótesis en ratones con colitis, un modelo de enfermedad similar a la CU. Introdujeron la referida bacteria en algunos de estos roedores, mientras que otros no recibieron tratamiento. Posteriormente, el equipo monitoreó su recuperación midiendo la pérdida de peso, la inflamación del colon y los marcadores de cicatrización intestinal.
Los ratones que recibieron Clostridium scindens se recuperaron más rápidamente, mostrando una reducción de la inflamación y una mayor regeneración del revestimiento intestinal. Los investigadores observaron que estos efectos dependían del receptor TGR5, que responde a los ácidos biliares 7α-deshidroxilados, lo que estimula la proliferación y diferenciación de las células madre intestinales. Al probar la terapia en ratones que carecían de este receptor, los beneficios desaparecieron, lo que confirmó que el metabolismo de los ácidos biliares es esencial para la curación.
Para validar aún más sus hallazgos, analizaron datos de pacientes para determinar si existían mecanismos similares en humanos. Descubrieron que, en pacientes con CU, los niveles más bajos de ácidos biliares 7α-deshidroxilados se correlacionaban estrechamente con una renovación celular intestinal deficiente. Esto refuerza la relación entre el metabolismo de los ácidos biliares y la cicatrización intestinal. "Nuestros hallazgos resaltan el potencial de las estrategias dirigidas al microbioma para modular el metabolismo de los ácidos biliares y promover la cicatrización intestina", afirmó Antoine Jalil, primer autor del estudio.
Al restaurar el equilibrio natural de los ácidos biliares mediante bacterias beneficiosas, "esta estrategia podría ofrecer una opción de tratamiento alternativa y más sostenible para los pacientes con CU", según concluyen los autores.