Publicidad
Publicidad

Tres biomarcadores para la selección de la terapia en el linfoma no-Hodgkin indolente

Los rasgos basales identificados en un nuevo estudio identifican a los pacientes que más se beneficiarán con la combinación de copanlisib y rituximab.
18/03/2025

Investigadores de diversos centros europeos han llevado a cabo un análisis retrospectivo de biomarcadores en pacientes del ensayo de fase III CHRONOS-3, hallando que la expresión de la proteína PTEN, la presencia de mutaciones en el gen anti-apoptótico Bcl-2 y niveles bajos o indetectables de interleucina (IL)-2 en circulación se ...

Investigadores de diversos centros europeos han llevado a cabo un análisis retrospectivo de biomarcadores en pacientes del ensayo de fase III CHRONOS-3, hallando que la expresión de la proteína PTEN, la presencia de mutaciones en el gen anti-apoptótico Bcl-2 y niveles bajos o indetectables de interleucina (IL)-2 en circulación se asocian a mejor prognosis, en pacientes con linfoma no-Hodgkin indolente (LNHi) tratados con copanlisib y rituximab. Esta combinación fue más eficaz que rituximab en la prolongación de la supervivencia libre de progresión (SLP), tanto en el LNHi como en el linfoma folicular con expresión de PTEN. 

En este último subtipo de linfoma el tratamiento de combinación prolongó la SLP en mayor medida en los pacientes con mutaciones en Bcl-2, en comparación con los que no presentaron mutaciones. Adicionalmente, el impacto de la IL-2 se manifestó en la supervivencia global, que fue mayor con copanlisib y rituximab. Shalini Chaturvedi, científico de Bayer HealthCare Pharmaceuticals y director del estudio, afirma que aunque el ensayo CHRONOS-3 demostró la superioridad de esta combinación frente a rituximab y placebo, sigue siendo necesario identificar con mayor refinamiento a los pacientes que más beneficio pueden obtener con la adición de copanlisib al régimen terapéutico. 

El investigador concluye señalando que los pacientes que exhiben combinaciones específicas de los biomarcadores ahora identificados pueden ser estratificados en diferentes categorías de riesgo, facilitando tanto el guiado de las decisiones terapéuticas como el diseño de estrategias de monitorización.

Autor: IM Médico
Publicidad
Publicidad