La hemorragia y el traumatismo craneoencefálico (TCE) constituyen los factores críticos de muerte prematura en pacientes con lesiones graves. A pesar de los avances en las estrategias de reanimación, la heterogeneidad de las respuestas de los pacientes al trauma y la variedad de protocolos de administración de hemoderivados suele dificultar la ...
La hemorragia y el traumatismo craneoencefálico (TCE) constituyen los factores críticos de muerte prematura en pacientes con lesiones graves. A pesar de los avances en las estrategias de reanimación, la heterogeneidad de las respuestas de los pacientes al trauma y la variedad de protocolos de administración de hemoderivados suele dificultar la comprensión de los paradigmas terapéuticos. La interacción de los tratamientos tempranos con las respuestas inmunitarias y hemostáticas individualizadas crea diversas trayectorias clínicas que determinan los resultados del paciente.
En este contexto, científicosde la Facultad de Medicina de la Universidad de Pittsburgh y de UPMC (EEUU) distinguen entre administrar plasma separado de otras partes de la sangre donada para mejorar los resultados en pacientes con lesión cerebral traumática (LCT) o shock, mientras que proporcionar sangre no separada o "entera" puede ser mejor para pacientes con sangrado traumático.
"Se trata de una transfusión de precisión : administrar el hemoderivado adecuado al paciente adecuado en el momento oportuno", según el autor principal , Dr. Timothy Billiar, profesor de la Cátedra George Vance Foster, presidente del Departamento de Cirugía de Pitt y director científico de UPMC . "No solo estamos reemplazando la sangre ; es casi como un medicamento: maximizamos sus beneficios y minimizamos los efectos secundarios", agregó.
El plasma es la porción de la sangre más rica en proteínas, por lo que el equipo profundizó en la proteómica o estudio de las proteínas, moléculas complejas producidas por células y esenciales para la estructura y función de órganos y tejidos .
Para su trabajo, publicado en 'Cell Reports Medicine' analizaron más de 7.500 proteínas en sangre de donantes sanos y en la de pacientes con traumatismos a medida que progresaban en su recuperación, y encontraron claras diferencias. Posteriormente, redujeron la lista de proteínas a 198 con funciones conocidas en los procesos inflamatorios y de coagulación tras una lesión traumática.
Plasma y proteínas
Aquellos pacientes que recibieron plasma presentaron un perfil proteómico distinto al de quienes no lo recibieron, lo que sugiere que la recepción de plasma influyó en las proteínas que contribuyen a la inflamación y la coagulación. En concreto, según explicaron los autores de este trabajo, "quienes recibieron plasma presentaron niveles más altos de proteínas asociadas con etapas posteriores de la formación del coágulo, la supervivencia neuronal, la función plaquetaria, la reparación de heridas y la mediación de la inflamación".
Una de las posibles causas de estos resultados puede hallarse en las diferencias en el tiempo de almacenamiento de la sangre completa y el plasma. Mientras la sangre completa se puede conservar durante 21 días, el plasma solo tiene una vida útil de cinco días. "Quizás al conservarse en sangre completa, las proteínas del plasma cambian con el tiempo, posiblemente porque las células sanguíneas liberan enzimas que actúan sobre las proteínas plasmáticas", según el Dr. Sperry. "El perfil proteómico de los diferentes donantes probablemente también varía de una persona a otra. A medida que consideramos una estrategia para aprovechar nuestros hallazgos y mejorar los resultados de los pacientes, será importante desentrañar este misterio", agregó.
De ahí, a juicio de estos autores, "no es práctico para la mayoría de las ambulancias transportar plasma, ya que caduca muy rápidamente y resultaría en una gran cantidad de plasma desperdiciado para todos los servicios de ambulancia, excepto los más activos, y debe mantenerse refrigerado, lo que dificulta logísticamente su transporte".
De cualquier forma, como subrayó dicho investigador, "hacer llegar los hemoderivados adecuados al paciente adecuado en el momento oportuno es una labor que salva vidas, y confío en que seguiremos liderando las innovaciones que lo hacen posible".