Científicos de la Universidad de Pekín han examinado el impacto de la combinación formada por camrelizumab, apatinib, S-1 y oxaliplatino, en pacientes con adenocarcinoma gástrico o de la unión gastro-esofágica secretor de alfa-fetoproteína. La terapia de primera línea, seguida de mantenimiento con camrelizumab y apatinib, resultó en una tasa de ...
Científicos de la Universidad de Pekín han examinado el impacto de la combinación formada por camrelizumab, apatinib, S-1 y oxaliplatino, en pacientes con adenocarcinoma gástrico o de la unión gastro-esofágica secretor de alfa-fetoproteína. La terapia de primera línea, seguida de mantenimiento con camrelizumab y apatinib, resultó en una tasa de respuesta objetiva y de control de la enfermedad del 67 y del 89%, respectivamente, registrándose dos casos de respuesta completa. Notablemente, todos los pacientes con enfermedad estable, e incluso uno con enfermedad progresiva, exhibieron una reducción en el tamaño del tumor. Adicionalmente, la mediana de duración de la respuesta superó los 8 meses, permaneciendo vivos el 77 y el 67% de los pacientes a los 9 y 12 meses, respectivamente.
En el examen de potenciales biomarcadores asociados a respuesta, los investigadores hallaron que la infiltración intratumoral por múltiples poblaciones de linfocitos T fue característica que los pacientes que obtienen beneficio clínico duradero, definido como respuesta o enfermedad estable durante al menos 6 meses. Xiaotian Zhang, codirector del estudio, afirma que el tratamiento fue bien tolerado, ya que sólo el 8% de los pacientes experimentó efectos adversos serios, consistentes en hiponatremia, diarrea y vómitos, aunque sin discontinuaciones por razones de tolerabilidad.
El investigador prosigue indicando que, a pesar su baja frecuencia, los tumores gástricos productores de alfa-fetoproteína se asocian a mala prognosis, sin que existan recomendaciones clínicas para su gestión. Los datos clínicos hasta ahora disponibles indican que la adición de inhibidores de PD-1 a la quimioterapia es insuficiente en el control de la enfermedad, lo que hacía necesario explorar nuevas opciones de tratamiento, concluye el científico.