La dermatitis atópica (DA), también conocida comúnmente como eccema, es un trastorno cutáneo inflamatorio crónico que suele desarrollarse en las primeras etapas de la vida, causando sequedad y picazón en la piel. Un estudio pionero en Australia ha descubierto que ciertas grasas naturales presentes en la piel de los bebés, conocidas ...
La dermatitis atópica (DA), también conocida comúnmente como eccema, es un trastorno cutáneo inflamatorio crónico que suele desarrollarse en las primeras etapas de la vida, causando sequedad y picazón en la piel. Un estudio pionero en Australia ha descubierto que ciertas grasas naturales presentes en la piel de los bebés, conocidas como lípidos, están relacionadas con el desarrollo del eczema en los niños.
El estudio, publicado en el 'Journal of Allergy and Clinical Immunology', dirigido por investigadores de la Universidad de Melbourne y el Instituto de Investigación Infantil Murdoch, en colaboración con el Servicio Nacional de Salud Judía de Estados Unidos, pueda ayudar a identificar a niños en riesgo de desarrollar eczema en programas de detección temprana.
"Actualmente no existen formas efectivas de curar el eczema a pesar de los avances en los tratamientos en los últimos años. Prevenir el desarrollo del eczema sigue siendo un objetivo importante en este campo", afirmó el autor principal, el prof. Adrian Lowe, de la Unidad de Alergia y Salud Pulmonar de la Escuela de Población y Salud Global de Melbourne.
El estudio PEBBLES incluyó a 133 bebés en Australia. Los lípidos de la piel se recogieron cuando los bebés tenían seis semanas de edad, a partir de sus antebrazos, utilizando una tira de cinta.
Los investigadores siguieron a los niños, con un año de edad, para ver quiénes desarrollaron eczema y quiénes no. Los investigadores pudieron comprobar que los niños que desarrollaron eczema tenían un nivel más bajo de un tipo particular de lípidos, ceramidas unidas a proteínas.
Durante el seguimiento observaron que los niveles reducidos de ceramidas POS se asociaron con el desarrollo de la dermatitis atópica por lo que las anormalidades en la formación de la envoltura lipídica cornificada en las primeras etapas de la vida preceden al desarrollo de dicha patología y sugieren que estos lípidos podrían desempeñar un papel en su patogénesis y ser biomarcadores predictivos útiles.
Los autores consideran, además, que estos hallazgos podrían incluirse en programas de detección para identificar qué bebés corren el riesgo de desarrollar eccema. Además, estos lípidos podrían usarse en productos para el cuidado de la piel para prevenir el eccema. "Comprender mejor el papel de los lípidos cutáneos en el desarrollo del eccema ayuda a allanar el camino para prevenir que los niños desarrollen dermatitis atópica", concluyó el prof. Lowe.
La próxima etapa de esta investigación, según sus responsables, será probar cremas que puedan crearse para promover la formación de ceramidas unidas a proteínas y luego comprobar si son efectivas para prevenir este tipo de patología dermatológica.