Investigadores de centros estadounidenses y chinos han desarrollado un fármaco (LA-CB1) degradador de las quinasas CDK4/6, con actividad en un modelo ortotópico de cáncer de mama metastásico. La administración intraperitoneal de LA-CB1 en días alternos redujo un 80% la carga tumoral a los 21 días, con efectos terapéuticos manifiestos ya ...
Investigadores de centros estadounidenses y chinos han desarrollado un fármaco (LA-CB1) degradador de las quinasas CDK4/6, con actividad en un modelo ortotópico de cáncer de mama metastásico. La administración intraperitoneal de LA-CB1 en días alternos redujo un 80% la carga tumoral a los 21 días, con efectos terapéuticos manifiestos ya a los 11 días y sin causar toxicidad sistémica aparente. En experimentos in vitro previos los científicos ya habían establecido que LA-CB1 causa en las células tumorales una reducción de la síntesis de ADN comparable a la inducida por abemaciclib, ribociclib o imatinib, con actividad incluso superior a estos dos últimos fármacos en ensayos de proliferación y de migración.
Adicionalmente, LA-CB1 inhibió la angiogénesis en diversos modelos de vascularización. Wei Liu, científico del Medical College of Wisconsin y codirector del estudio, afirma que en una línea celular de cáncer de mama humano triple negativo, el fármaco modulo favorablemente la expresión de múltiples marcadores relacionados con la transición epitelio-mesenquimal, proceso necesario para la iniciación de las metástasis. El investigador prosigue indicando que, a pesar del éxito de los inhibidores de CDK4/6 en algunos subtipos de cáncer de mama, su eficacia se ha visto limitada por la aparición de resistencia y de efectos adversos hematológicos a largo plazo.
LA-CB1 se distingue por su mecanismo de acción alternativo, que no está basado en la inhibición, sino en la degradación de CDK4/6. A diferencia de otros compuestos degradadores, tales como los PROTAC, LA-CB1 presenta un bajo peso molecular, lo que promueve su biodisponibilidad, asegura Liu. Las actividades de este nuevo fármaco, especialmente a dosis elevadas, subrayan su potencial en el tratamiento de cánceres en estadio avanzado y en la prevención de las metástasis, concluye el científico.